El fin de semana en Washington desfilaron funcionarios griegos, en la cumbre del FMI-Banco Mundial. Uno de ellos, dialogando con grandes inversores, señaló orgulloso: «Redujimos el déficit fiscal en un año en 20.000 millones de dracmas». Los 50 asistentes lanzaron carcajadas. Debió decir el alto funcionario griego «20.000 millones de euros», salvo, claro, que estén ya avanzados los planes para abandonar la eurozona y volver a su moneda original, el dracma, previo default. Problemas del inconsciente o estarán por pesificar como Duhalde en 2002.
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