El kirchnerismo tiene asegurado el control del Consejo de la Magistratura en la justicia federal. Participación de una legisladora santiagueña, como adelantó oportunamente "El Desafío".
El Consejo de la Magistratura cerró por vacaciones con sus principales temas resueltos para la agenda del organismo en 2012 y un bloque oficialista consolidado, que no prevé tener problemas para aprobar las propuestas que impulsen. A diferencia del año anterior, en el que el recambio de los consejeros generó fricciones internas e incluso la necesidad de postergar la elección de autoridades para marzo, esta vez los integrantes del cuerpo se fueron de vacaciones con un panorama claro de quién iba a ser su nuevo presidente y qué consejeros iban a liderar el funcionamiento del organismo en el año que empieza.
No bien el cuerpo retome sus actividades en febrero próximo se convocará a un plenario en el que se elegirá como titular del Consejo al académico Manuel Urriza, propuesto por el bloque kirchnerista. Como vicepresidente se espera que asuma el representante de los magistrados Mario Fera, titular saliente del cuerpo. El nuevo mapa de autoridades también incluye que el diputado kirchnerista Carlos «Cuto» Moreno permanezca al frente de la Comisión de Disciplina y Acusación como en 2011 y que su compañera de bloque Stella Maris Córdoba asuma como titular de la Comisión de Selección. También se esperan ciertas migraciones, como la del consejero abogado Alejandro Fargosi a Disciplina y Acusación, en lugar de su par Daniel Ostropolsky, quien tomaría su lugar en la Comisión de Administración.
Esta previsibilidad de la próxima elección de autoridades en el Consejo demuestra un dato clave para el funcionamiento del organismo en el año que empieza: el afianzamiento del kirchnerismo en el organismo. Un dato importante si se tiene en cuenta que, cuando el cuerpo renovó sus integrantes a fines de 2010 se esperaba que la oposición reuniera un bloque con una mayoría mínima para imponer su propia agenda.
Esta estrategia de la oposición se fue resquebrajando a lo largo de 2011 por diferentes motivos, como el alineamiento de los consejeros jueces Fera y Alejandro Sánchez Freytes con el oficialismo, el caudal de votos que obtuvo Cristina de Kirchner en las últimas elecciones y los malos resultados del radicalismo -el otro bloque tradicionalmente fuerte del cuerpo- en los mismos comicios.
En este sentido, un punto de quiebre que demostró el nuevo juego de fuerzas en el organismo fue la aprobación del polémico concurso 140 para ocupar cuatro cargos de jueces federales. Esta terna estaba frenada en comisión hacía años debido a denuncias por supuestas irregularidades, causas penales y, esencialmente, la falta de votos para aprobarlos. Luego de las elecciones, sin embargo, el kirchnerismo logró destrabarlo gracias a un acuerdo con Alejandro Fargosi, quien con ese acto también se reconvirtió de representante de los abogados de Capital al brazo del PRO en el Consejo.
La votación del concurso 140 puso negro sobre blanco el nuevo juego de fuerzas en el organismo: de un lado, los cinco consejeros oficialistas, apoyados por los jueces Sánchez Freytes y Fera, el académico Urriza y Fargosi (quien negocia con el oficialismo en representación del PRO); por otro, los legisladores radicales Oscar Aguad y Mario Cimadevilla, el abogado Daniel Ostropolsky y el camarista Ricardo Recondo.
Estos son los bloques que se verán a lo largo del año en el cuerpo y que, claramente, dan una amplia ventaja al kirchnerismo. En este punto, la propia dirección interna del bloque oficialista se reorganizó tras el año de recambio, en el que salieron figuras de alto perfil como Carlos Kunkel y Diana Conti del organismo.
Así, quienes emergieron como los referentes fuertes son el representante del Ejecutivo, Hernán Ordiales, para llevar el día a día del cuerpo; Moreno, para liderar los acuerdos en Diputados, y el senador Marcelo Fuentes (ya un histórico en el cuerpo) para las negociaciones que dependan de la Cámara alta. Las otras dos integrantes del oficialismo son la diputada Córdoba, probable titular de la Comisión de Selección, y la senadora Ada Iturrez de Capellini.
El afianzamiento del kirchnerismo en el Consejo no traerá demasiados cambios a cómo funcionó en 2011, según dicen por los pasillos del Consejo. Sí se profundizará la postura de impulsar juicios políticos a magistrados acusados por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos durante el Proceso militar y se intentará avanzar en los retrasados concursos (sólo tres fueron aprobados en 2011 por el organismo), pero tampoco se esperan demasiados sobresaltos, al menos en temas generales. El Ejecutivo y la Justicia cerraron 2011 en paz y esto se refleja en la agenda del cuerpo, abocada por el momento a definir licitaciones y planes de informatización.
Lo único que puede llegar a nublar este panorama es una denuncia presentada por el judicial Julio Piumato contra Recondo. Si bien ya existía un proyecto de desestimación que estaba a punto de aprobarse, la Comisión de Disciplina y Acusación presidida por Moreno resolvió a fines del año pasado volver a revisar la propuesta, decisión que generó varias señales de alerta entre los integrantes del cuerpo.
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