“Si el kirchnerismo mantiene el pedido de sesión especial, es porque tiene los votos”, coinciden los diputados que ya definieron no acompañar los tres proyectos más emblemáticos de la reforma judicial que se tratarán hoy, con manifestaciones en las calles para que no se sancione.
Agustín Rossi y Teresa García, el jefe del bloque K y la secretaria parlamentaria, cuentan a 131 votos para abrir la sesión, dos más que lo necesario.
La misma cantidad creen tener para enviar al Senado la nueva composición del Consejo de la Magistratura, con los cambios que le permitieron a la Corte Suprema mantener el control de los fondos.
El kirchnerismo asegura 112 votos puros, contabilizando ya el Juan Carlos Forconi, cercano a Jorge Obeid y con bloque propio hasta el año pasado.
Julián Domínguez entra en esa cuenta, aunque sólo sumará si es necesario, algo que por estas horas nadie descarta. Si hacía falta, estaba la opción de hacer renunciar a Martín Sabbatella al Afsca y enviarlo al recinto por un día.
Su banca quedó vacía para que no la ocupe Jorge Ceballos, de Libres del Sur, enfrentado al Gobierno como también lo estaba el ex intendente de Morón cuando compartió con ellos un frente electoral en 2009.
García no cuenta a Jorge Yoma, Blanca de Peralta (esposa del Gobernador), quienes ya adelantaron que no ayudarán en nada. Tampoco a los moyanistas Facundo Moyano y Omar Plaini y a Mabel Muller, todos con objeciones pero sin anuncios.
Si alguno de ellos da quórum y permanecen en el recinto (como evalúa Plaini) daría una mano grande para que se sancionen la ampliación de Tribunales de Casación a todos los fueros y el nuevo régimen de cautelares, que requieren de mayoría simple, esto es, la mitad más uno de los presentes. Son favores que no hacen ruido pero valen mucho a la hora de las definiciones.
A los 112 del FpV, se sumarán los siete santiagueños, cuatro de Nuevo Encuentro, dos del PJ pampeano; María Fiore de Viñuales, del Frente Renovador, otra habitual aliada K; y los tres diputados del Movimiento Popular Neuquino.
El voto 130 sería el salteño Walter Wayar, otro aliado kirchnerista de siempre, confirmó que votará a favor el del Consejo de la Magistratura y el de casación, pero aún duda sobre el de amparos.
Se descuenta que ayudará al quórum el excéntrico salteño Alfredo Olmedo, aunque se resiste a anunciar su voto. “No voy a defraudar a nadie”, ironizó.
La presión de las ONGs surgió efecto en dos aliados que tuvo el kirchnerismo en la última sesión. El sanjuanino Mauricio Ibarra esta vez no dará quórum (su imagen en soledad entre los diputados del peronismo federal venía siendo una postal) y el fueguino Jorge Garrmuño votará todo en contra.
Garramuño, los tres neuquinos (Alicia Comelli, José Brillo y Olga Guzmán), el sindicalista Julio Ledesma, Mariana Veaute (ex Frente Cívico de Catamarca) y Wayar conforman un interbloque de aliados K, aunque no siempre voten igual. Veaute criticó la reforma esta mañana y Ledesma le avisó a sus pares que la estudiaba y tenía muchos reparos con la de cautelares.
Mañana se reunirán a las 9.30 para definir si, al menos, todos coinciden en el quórum. Los neuquinos sufrieron la presión de las ONGs que reflotaron el acuerdo que el gobernador Jorge Sapag mantiene con el Gobierno, por el cual el trío de diputados votan todo lo que quiere el Gobierno.
Comelli pidió ayer cambios y cuestionó el despojo de fondos de la Corte, justo la corrección que Cristina acordó con Lorenzetti. Aunque se negó a dar definiciones, sus pares del interbloque dan por hecho que apoyará al Gobierno.
También lo esperan así los diputados kirchneristas, que la cuentan para que todo salga bien.
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