Tendrían que trabajar seis horas por día y quieren trabajar cuatro, a pesar de ganar más de 10.000 en las categorías más bajas.
La discusión por las nuevas estaciones de la línea B entre los metrodelegados, el gobierno porteño y Metrovías continuaba trabada por la intención de los representantes gremiales de no perder tiempo de descanso y continuar realizando cuatro recorridos completos y no cinco como pretende la empresa.
Esta información fue confirmada hoy por el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, quien actúa como intermediario en la negociación entre los metrodelegados y Metrovías. “La discusión está trabada en la cantidad de horas que deberían trabajar los motorman y los guardas”, afirmó el funcionario en diálogo con radio La Once Diez.
“En el convenio colectivo del subte la jornada de trabajo es de seis horas. Pero efectivamente no se trabaja seis horas, hay un tiempo de descanso. Ellos piden utilizar ese tiempo casi dos horas y la empresa está intentando una producción un poco mayor”, señaló Sabor.
En ese sentido, explicó que con las dos nuevas estaciones -Echeverría y Rosas- el recorrido de la línea B se alargó 9 minutos. “Entonces ellos que vienen dando cinco vueltas, quieren dar cuatro. Si dan cuatro vueltas, pasan a trabajar 4 horas y 8 minutos”, indicó.
Sabor declaró que el tema de la seguridad en las nuevas estaciones quedó resuelto en la reunión de ayer, y los trabajadores aceptaron viajar a las dos nuevas estaciones. “Ellos están dispuestos a correr los trenes hasta la estación Rosas si dan cuatro vueltas. Que los subtes den cuatro vueltas significa que de las 6 horas que deben trabajar, van a trabajar 4. Ese es el conflicto”, remarcó.
El funcionario detalló que Metrovías sostiene que esto “sería absolutamente improductivo” y que “para cubrir este déficit se necesitarían contratar cincuenta personas más”. “Se está previendo un descanso de cincuenta minutos. Les recuerdo que lo único que está escrito sobre el descanso son veinte minutos. De hecho, la línea D trabaja más de 5 horas”, concluyó Sabor, que consideró que dos horas de descanso es “un abuso”.
Una situación similar a esta ocurre en la línea H, que está paralizada desde ayer y ya sufrió interrupciones la semana pasada. Desde la inauguración de la estación Hospitales, la empresa aplicó un nuevo esquema, que es rechazado por los trabajadores. “Como se extendió la línea tres minutos más, hace que a nueve vueltas que ellos dan tengan que sumarle 27 minutos más; en vez de estar a disposición una hora y media iban a estar a disposición una hora y tres minutos", explicó ayer Sabor en diálogo con radio Rivadavia.
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