Hace no más de un mes, Florencio Randazzo reunió a su escueto círculo de colaboradores y fue tajante: “Que les quede claro algo: hoy soy presidente o me voy a mi casa. Es la única oportunidad que voy a tener para llegar, así que no voy a ir por menos”, afirmó.
Acto seguido, el ministro del Interior, convertido en candidato a presidente, repartió tareas. A cada dirigente le fue encomendada una provincia con la misión de reunirse con el gobernador y dejarle claro que van por todo, siempre dentro de la interna del kirchnerismo.
La consigna principal es que por no haya un gobernador o intendente que especule con que al final del camino se conforme con suceder a Scioli.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario