En una extensa nota referida al caso Nisman, con su pluma diferente al resto,
Jorge Asis titula un segmento de la misma
"Mensaje de la comunidad" y allí expone:
- De todos modos, el mensaje de la comunidad es claro: al fiscal
Alberto Nisman se lo sepultó en La Tablada como si fuera otra víctima del atentado a Amia. La número 86.
No se lo apartó, como corresponde hacerlo, en su religión, con los suicidas. “Quien quiera oír que oiga”. Quien quiera saberlo que lo sepa.
Para Israel no existió ningún suicidio. Ni con la pedantería teórica de la inducción. Al fiscal, simplemente, lo “pusieron”. Lo asesinaron. ¿Más claro? -
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