Un juez de Texas paró a la reforma migratoria de Barack Obama y a nadie en EEUU se le ocurrió tratar de golpista al magistrado. El juez de primera instancia Andrew S. Hanen tomó el reclamo de 26 estados que consideraron que Obama había sobrepasado sus funciones y autoridad legal. Se da por descontado que el gobierno de Obama apelará la medida judicial, pero sin discursos destemplados y sin suponer que está en juego el orden institucional.
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