Consecuencia del desastre energético que recibió el actual gobierno más la baja del precio internacional, las autoridades nacionales se vieron obligadas a intervenir para desarmar una maniobra de las petroleras y algunos gremialistas asociados. Ayer anunciaron en la Casa Rosada que no habrá despidos y se mantendrá el sueldo a los trabajadores. Además, acordaron un subsidio de 10 dólares por barril. Recordemos que hasta hace 10 años teníamos autoabastecimiento y exportábamos combustibles, hoy importamos por cifras escalofriantes. De todo esto fueron cómplices el gobierno de entonces, las autoridades de YPF, las petroleras y los gremios que no abrieron la boca en ese momento.
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