En el barrio Rucci de Rosario, con el brazo en alto y en medio de la lluvia, el sacerdote bendijo el agua y después de una breve alocución concluyó una jornada extensa saludando al público. Frente a más de 300 mil personas y con una tenue lluvia de fondo, las frases del padre Ignacio Peries en el cierre del tradicional Vía Crucis fueron una invitación hacia las reflexiones en busca de paz.
Fuente: La Capital
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