Por Rubén Lasagno
Es increíble la omisión deliberada en la que ha incurrido el gobierno nacional en una comunicación oficial, para informar que comenzó a trabajar en la finalización de la autovía Caleta-Comodoro. Tanto Guillermo Dietrich, como Javier Iguacel, hicieron un comunicado sin mencionar a Cristóbal López. Esto demuestra la oscura adjudicación que hicieron de la obra, a un estafador serial del Estado, al que intentan proteger. Los medios no analizan, repiten como loros y así, está todo bien; excepto para nosotros. Al menos en dos diarios de Río Gallegos, en tres sitios digitales de zona norte y no sabemos en cuántos más, aparece una nota donde se informa con el mismo título en todos los casos “Comenzaron las obras en la Autovía Caleta-Comodoro”. Allí, se alude al inicio de los trabajos y se explica escuetamente que estuvo abandonada desde 2015 por Austral Construcciones, sin decir que se pagó 7 veces más y aclara que “se debió relicitar”, sin más acotación. Más abajo se incluyen dos párrafos, uno del Ministro de Transporte Guillermo Dietrich donde dijo que esto fue gracias a licitaciones transparentes, ”donde no solo una empresa competía” (como en épocas anteriores), pero evitó decir que no impidieron la adjudicación de la actual a un defraudador del Estado que se quedó con 8 mil millones de pesos del canon de los combustibles y 350 millones de aportes patronales, como es el caos de Cristóbal López, dueño de “esa empresa” adjudicataria de la obra a la que se cuidó en no nombrar. Javier Iguacel titular de Vialidad, también opina en este sentido, sufriendo este parte de prensa de Nación, una operación quirúrgica para no mencionar el nombre de la empresa que tiene a su cargo la construcción de la autovía: CPC, propiedad de Cristóbal López.
Nota completa en: OPI Santa Cruz
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