Lilita Carrió denunció ante la justicia a los hermanos Ariel y Alfredo Lijo y al ex ministro de Planificación Julio De Vido como supuestos integrantes de una asociación ilícita, lavado de dinero, coimas y tráfico de influencias. Para la diputada, "el ex ministro de Planificación Julio De Vido era el jefe y en el que Alfredo Lijo era el organizador, es decir, el articulador entre los dos sectores que conformaban la banda: el sector de algunos jueces y fiscales a los que tenía especial acceso a partir de la relación con su hermano, el juez Ariel Lijo, y los empresarios o funcionarios que requerían de sus servicios para la obtención de beneficios procesales en la causas judiciales", según su denuncia. La denuncia, iría acompañada de un audio, según indica el texto, donde Alfredo Lijo admitiría que él “iba a Tribunales a llevarle plata a uno, a otro", lo que según Carrió demuestra el tráfico de influencias. "La asociación ilícita habría pretendido garantizar la impunidad de delitos contra la administración pública de las más altas esferas de poder a cambio de dinero y negocios espurios. Del relato de los hechos resulta claro que Alfredo Lijo habría incrementado su patrimonio de manera ilícita y, en segundo lugar, habría introducido esos activos a través de distintos mecanismos de lavado de dinero". En ese marco, la diputada no descartó que haya más involucrados y solicitó que para verificarlo se analicen los "estados contables, vinculaciones, cuentas bancarias y colocaciones en instituciones nacionales y extranjeras, monto de adquisición de bienes inmuebles, embarcaciones, aeronaves y automotores" de los denunciados. Entre otras medidas de prueba que la diputada le sugiere a la justicia, pide que citen a declarar al chofer de Roberto Baratta y autor de los "cuadernos de las coimas" Oscar Centeno, además de informes fiscales, financieros y societarios y hasta migratorios que según Carrió podrían probar su denuncia.
Fuente: Diario Panorama
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