Lanzó un plan contra el robo de combustibles, un negocio millonario. El rol del sindicalista
Romero Deschamps y la vinculación con la caída del helicóptero. Tras la tragedia aérea en la que murieron el líder opositor mexicano
Rafael Moreno Valle y la gobernadora de Puebla,
Martha Erika Alonso, el presidente
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lanzó un agresivo plan contra el robo de combustibles que pone en la mira al sindicalista más poderoso de México,
Carlos Antonio Romero Deschamps. La jugada tiene lógica porque, según se comentó en el funeral del matrimonio, la gobernadora Alonso estaba preparando una fuerte cruzada contra el delito conocido en México como "huachicoleo", que tiene en Puebla uno de sus epicentros más dramáticos. Lo sospecha es que podrían haber sido víctimas de la mafia vinculada a este negocio. El huachicoleo es un flagelo criminal en México -con epicentro en Puebla el estado conducido por los dirigentes fallecidos- ya que los carteles narcos lo han convertido en una unidad de negocios, pero también económico porque pone en jaque la competitividad del país y de su empresa más emblemática: Pemex. Se estima que se roban unos 200 millones de pesos mexicanos por día. Pero lo novedoso del plan de López Obrador es que por primera vez invierte la lógica del combate a este delito. En los últimos gobiernos del PRI y del PAN el robo de combustible era abordado como una circunstancia que padecía Pemex. Ahora AMLO cambia el enfoque en 180 grados: el problema no son tanto los grupos criminales que se favorecen de ese monumental negocio sino que el conflicto central está incrustado en Pemex y, concretamente, en ciertas estructuras de la empresa donde tiene poder el sindicato que dirige Romero Deschamps. López Obrador habló de tres empleados de la empresa cesanteados y puestos bajo la órbita de las autoridades judiciales. Luego su secretaria de gobierno, Olga Sánchez Cordero, lanzó su advertencia contra el poderoso sindicalista que encarna como pocos unos de los últimos resabios de poder real del PRI. Según pudo conocer LPO México, por estas horas crece a gran velocidad el debate en el sindicato petrolero sobre un recambio acelerado de Romero Deschamps. Al mismo tiempo, surgió en los últimos tiempos un nuevo sindicato impulsado por la secretaria de Energía, Rocio Nahle, y en el que tiene un rol preponderante su esposo, José Luis Peña. Este nuevo armado se propone comenzar a licuar de adherentes al gremio propiedad de Deschamps. Es un desafío para el líder sindical porque por primera vez se encuentra frente a un Gobierno que le quiere detentar el poder en la base laboral de la compañía. De hecho, el nuevo titular de Pemex,
Octavio Romero, dejó de invitar a Deschamps a eventos y ya aparecen algunos jugadores internos con la ambición de reemplazarlo, por ahora el más evidente es el diputado federal Fernando Navarrete. Romero Deschamps, actualmente senador nacional por el PRI, es considerado el rey de Pemex y ningún gobierno atacó en serio su poder en la compañía. El sindicalista es un millonario al que le gusta presumir de su fortuna, al igual que su familia. Un hecho recordado con indignación por los mexicanos fue cuando tiempo atrás su hijo fue visto paseando por Mónaco a bordo de una Ferrari exclusiva valuada en dos millones de dólares.
Fuente: LPO
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