La diputada nacional de la Coalición Cívica
Elisa Carrió reapareció este miércoles por la noche para confirmar que está en buena relación con el Gobierno, aclaró que no volverá a ser candidata, e insistió en que se va a jubilar el año que viene luego de que haya ganado Cambiemos. “Le dije a (Horacio)
Rodríguez Larreta que no iba a ser candidata a senadora”, precisó, aclarando que tiene tres años más de mandato como diputada, pero “me jubilo el año que viene cuando gane Cambiemos”. “Quiero estar con la sociedad, con la gente, no quiero entrar más en el Congreso de la Nación”, señaló la dirigente de Cambiemos. En tono jovial, señaló en su primer reportaje del año concedido al programa
A dos voces, de TN, que “vamos por la reelección del presidente Macri, después se decidirá dentro del Pro quién es la persona que lo acompañe en la vicepresidencia”. Remarcó en ese sentido que “voy a trabajar en la reelección, no vamos a ser cómplices, somos Cambiemos, eso ya lo dije”. Lilita anunció que promoverá la creación de un movimiento federal por la baja de impuestos, y respecto de su futuro alejamiento del Poder Legislativo señaló que “estuve prisionera muchos años en esa Cámara de Diputados”, sobre cuyo trabajo publicará próximamente un libro con sus discursos en ese ámbito. “Nunca me peleé con Macri”, señaló cuando le preguntaron por sus diferencias con Cambiemos, y respecto de la toma de distancia con el mandatario, lo justificó diciendo que a veces “es preferible no hablar, es como con los maridos. Eso podía ser contraproducente para Cambiemos”. Luego remarcó que con el presidente “tenemos una relación que es así, él acepta eso”, y recordó que Macri le mandó saludos para su cumpleaños a través de
Juliana Awada. “Me quiere, estamos bien. No necesitamos hablar”, deslizó. Aclaró más tarde que con
Marcos Peña “hablo siempre, yo hablo todos los días con los ministros, eso no cambió”. Carrió reivindicó más tarde al ex vicejefe de Gabinete
Mario Quintana, de quien dijo que sigue sosteniendo que “fue el mejor funcionario del gobierno”. Y en tren de reivindicar a funcionarios, también resaltó el papel del dimitente secretario de Energía
Javier Iguacel, de quien dijo que “tiene que volver; pagó las consecuencias de otras políticas. Es una gran persona y tiene un gran futuro político; la usaron y la tiraro”, pero aclaró que eso no lo hizo el presidente. En otro pasaje cuestionó los aumentos de tarifas, pero particularmente el de los peajes: “Es un escándalo lo que están cobrando, por nada”, se quejó. Respecto de la posibilidad de desdoblar elecciones, Carrió sostuvo que “Cambiemos no desdobla”, aunque luego señaló la gobernadora bonaerense “va a hacer lo mejor que acuerde con el
presidente Macri”, y señaló que el desdoblamiento “es una alternativa que van a manejar los dos”. “Confío absolutamente en
María Eugenia (Vidal) y en el presidente. Mi única preocupación es que le den descanso a María Eugenia, que es una chica que ha hecho un esfuerzo político extraordinario, que me gustaría que descanse mucho más, porque tiene que tener mucha fuerza en el año”. También ponderó a la ministra de Desarrollo Social,
Carolina Stanley, que “ha garantizado la paz el fin de año. Es de lo mejor que tenemos”. Y hasta ponderó al papa Francisco
: “Creo que por ahí ayudó Bergoglio” señaló en referencia al diciembre tranquilo que tuvo la Argentina. ¿Se amigó con el papa?, le preguntaron, a lo que replicó: “Nunca me peleé con él, ¿por qué no lo voy a criticar? No creo en la hipocresia”. “Quiero ser rutera, quiero ser canalizadora de demandas”, señaló en otro pasaje sobre su futuro, y admitió el esfuerzo que están haciendo la clase media argentina y las pymes. “No hay margen para la rentabilidad de las pymes”, reconoció, y le pidió al ministro
Dante Sica “que se ponga los pantalones largos”. Dijo que el titular del Ministerio de Producción “es super capaz, pero tiene que jugar por las pymes, no para las grandes corporaciones”. “Lo mismo le digo a (Nicolás)
Dujovne, que es un buen ministro, pero que no busque ampliar su territorio”, remarcó, agregando que “todos nos tenemos que limitar, nadie tiene que acaparar poder”. “Ya puedo hacer lo que quiero porque ya no me someto más a la voluntad popular -agregó-. Estoy fuera de la política, pero voy a hacer campaña en todo el país”. Carrió calificó a
Cristina Kirchner de
“fascista de izquierda. Lo dije en 2005 y nadie me creyó”. Luego manifestó su preocupación por la asunción de
Jair Bolsonaro en Brasil. “Estoy aterrorizada con lo que puede pasarle al pueblo brasileño. Biblia y armas son incompatibles”, aclaró. Por otra parte se manifestó de acuerdo con la modificación del Régimen Penal Juvenil y hasta sostuvo que bajaría a 14 y no a 15 como dice el proyecto oficial la edad de imputabilidad, por cuanto se trata de permitir “la defensa de ese chico”. Valoró también a la ministra
Patricia Bullrich. “La quiero, la apoyé porque es una trabajadora incansable”, pero luego aclaró que no quiere un Bolsonaro en la Argentina. ¿Hay lugar para un Bolsonaro?, le preguntaron, y respondió afirmativamente, “porque es una ola mundial”.
Encuentro Peña - Carrió
La cita entre Carrió y el jefe de Gabinete, que no se ven desde fines de noviembre del año pasado, comenzó hace minutos en la casa que tiene la legisladora en Exaltación de la Cruz. Había sido acordada hacia fin de año, después de las duras críticas de la diputada, en especial con la ministra Patricia Bullrich por el nuevo protocolo de uso de armas de fuego de las fuerzas de seguridad.
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