lunes, 18 de febrero de 2019

El gran desafío de Alternativa Federal

Editorial de Humberto Tumini
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Cualquier encuesta seria indica que por lo menos el 40% de los y las argentinas no piensan votar a Macri ni a Cristina. Al primero por el desastre que es su gobierno, a la segunda por el fracaso de su gestión y la extendida corrupción que la caracterizó. Es decir que están dadas todas las condiciones para que crezca una tercera opción competitiva con posibilidades ciertas de llegar al ballotage y, en ese caso, de conquistar el gobierno. No hay analista político que no incluya a esto como una posibilidad cierta. Es más, no habría que descartar en absoluto que de aquí a las elecciones el espacio político donde anclar esta tercera opción se agrande. Macri viene desde hace ya un año en una baja sostenida de su imagen e intención de voto; en lo fundamental debido a la enorme crisis económica a la que ha conducido el país. No hay indicios de que esta situación, acuerdo con el FMI mediante, se vaya a revertir. Aun cuando logren mantener cierta estabilidad cambiaria, la suba de los precios casi con seguridad no les dará tregua. Además, con el nivel que se proponen mantener las tasas de interés y el recorte de los gastos del Estado -en particular de la obra pública- no se avisora que salgamos de la recesión, ni con una mejor cosecha. En resumidas cuentas el panorama electoral para el presidente muy probablemente seguirá desmejorando. De allí que haya evitado desdoblar los comicios en la provincia de Buenos aires, a los efectos de que Vidal junto a Rodríguez Larreta le empujen su candidatura. Con respecto a Cristina Kirchner, no hay encuesta que no la dé estancada de hace meses. Es decir, sin poder capitalizar el descenso del oficialismo. Ni que hablar de que, también en todas las mediciones, sus posibilidades de ganar un ballotage son prácticamente nulas. Pero allí no terminan las cosas para la ex presidenta. Se le avecinan negros nubarrones en el terreno judicial. Donde, si ya tenía problemas -después de los cuadernos- para demostrar que ella no era la que conducía la corrupción en su gobierno, la situación se le ha agravado notablemente a partir de las confesiones de Víctor Manzanares, el contador suyo y de su familia durante años. Es muy probable entonces, con estas cuestiones por delante y otras que pudieran surgir, que el techo electoral que hoy tiene Cristina se mantenga firme como hasta ahora. Pero habrá que ver, incluso, si no le baja el piso alto de votos que aún retiene. En resumidas cuentas, la posibilidad de una tercera opción que rompa con la polarización, no solo tiene hoy una cancha del 40% del electorado para afirmarse, sino que, acorde a las perspectivas que se observan para los próximos meses, no sería en absoluto descartable que ese porcentaje se incremente. Que ello suceda no depende solo de las contrariedades que sufran muy probablemente Macri y Cristina, sino de la capacidad que tengamos los dirigentes opositores de terminar de poner en pie Alternativa Federal. De los que hoy estamos en ella y de los que aun no se han sumado. Ya se demostró recientemente en Mar del Plata que está la base para ello. Con dirigentes destacados como Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Miguel Pichetto, gobernadores de distinto signo y una fuerza progresista como Libres del Sur. Debemos extender la construcción generosamente a partidos progresistas como el GEN de Margarita Stolbizer, el Socialista de Lifschitz y Bonfatti y sectores del radicalismo de raíz alfonsinista que rechazan continuar en Cambiemos. También a otros dirigentes valiosos como Roberto Lavagna y, por cierto, a los gobernadores que faltan. Por su parte, las candidaturas no deben ser ningún obstáculo para el crecimiento y la consolidación de Alternativa Federal en estos meses. Tenemos las PASO para elegir el que mejor nos represente en este enorme desafío de romper la polarización que intentan instalar, ganarles a Macri y Cristina las elecciones y llevar nuestra nación por un rumbo distinto que la saque del retroceso y la frustración de años. Es posible, las condiciones están dadas para ello, hay que estar a la altura de las circunstancias históricas. Nosotros, mi partido y yo, comprometemos todo nuestro esfuerzo para lograrlo.

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