La legisladora desestimó el pedido del kircherismo. “La mitad del FpV está preso por nuestras denuncias”, dijo. Además, le bajó el pulgar al nuevo Código Penal. La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, ironizó que es “un honor” que el bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ pida su expulsión de la Cámara baja, y también se refirió a la investigación del juez federal Alejo Ramos Padilla por supuesto espionaje ilegal. “Es un honor que la expulsión de la Cámara me la pida el Frente para la Victoria, porque la mitad del FpV está preso por nuestras denuncias”, sostuvo la legisladora en una entrevista al programa televisivo El diario de Mariana. Así se expresó Carrió luego de que el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, presentara un pedido para que la Cámara baja excluya a Carrió y a su par Paula Oliveto Lago, por “inhabilidad moral sobreviniente en el ejercicio de sus funciones”. Además, “Lilita” señaló que es “una buena historia porque que Cristina esté en Cuba teniendo 17 procesamientos y que yo sea excluida de la Cámara es muy gracioso”. Sobre la investigación del juez Ramos Padilla sobre la supuesta existencia de una red de espionaje ilegal en causas judiciales, Carrió advirtió que se trata de una “burda operación” y que “hay que investigar si hay parte del Gobierno en la operación contra Stornelli”. También aseguró que pone “las manos en el fuego” por el periodista Daniel Santoro, y que “esto le puede pasar a cualquiera que haga investigación”. Por otro lado, señaló que mantiene una “excelente relación con el presidente” Mauricio Macri, y que nunca le pidió que pare una investigación. “Pero puede haber sectores del gobierno cercanos a los empresarios que busquen esa salida”, señaló. Sobre el estado de la economía, sostuvo que es imposible que sea bueno, cuando “nos fundieron muchas veces, se votaron ladrones durante años, y estamos así porque nos robaron durante 70 años”, y recordó que este va a ser primer gobierno democrático que finaliza sin ser interrumpido por “un golpe militar o del PJ”. Finalmente, sobre la posibilidad de reformar el Código Penal, sostuvo que no es una buena idea hacerlo en época electoral “porque las penas serán muy duras, hay que visitar las cárceles para entender”. “En las villas los padres presos, las madres trabajando y los chicos en la calle, y ¡si no fuman paco no son machos! Entonces hay que trabajar mucho para la rehabilitación de manera integral para la familia. Los que menos tienen son los que sufren mayor inseguridad. La inseguridad en la argentina es una asignatura pendiente”, concluyó.
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