Un 10 de julio de 1958, poco después de que Brasil conquistara en Suecia su primer título mundial de fútbol, el músico Joao Gilberto ingresó al estudio Odeon de Río de Janeiro para grabar una canción de sólo tres minutos que, según los historiadores, cimentó la música brasileña.
Brasil recordó hoy los 60 años de la grabación de “Chega de Saudade”, la primera canción de Bossa Nova en ser registrada en un estudio y una de las más emblemáticas muestras del más universal de los géneros brasileños y en el que se mezcla el samba carioca con el jazz y el blues estadounidense.
Uno de los primeros en recordar la fecha fue el Ministerio de Cultura que, en su cuenta en Twitter, anunció que los canales públicos de televisión transmitirán este mismo martes un documental especial sobre la historia de la Bossa Nova.
“Cuando Joao Gilberto, Tom Jobim, Vinicius de Moraes y otros jóvenes talentos lanzaron la Bossa Nova, hace 60 años, no imaginaban que el género musical fuera a influir tantas generaciones y que se convirtiera en uno de los más expresivos movimientos en la historia de la música popular brasileña”, explicó el Ministerio.
Y el disco, además, tenía la firma de los otros dos considerados padres de la Bossa Nova: la autoría y la producción del pianista Tom Jobim y las letras del poeta y diplomático Vinicius de Moraes.
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