Por Rubén Lasagno
El ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, pasó por Río Gallegos y participó de la jornada que denominaron Justicia, Derechos Humanos y Reforma del Código Procesal Penal, la cual se llevó a cabo en la UTN Río Gallegos, virtual Unidad Básica del kirchnerismo, bajo la tutela del Decano Sebastián Puig, heredero de la gestión del procesado Carlos Goycochea, inmerso en los casos de corrupción en la triangulación de fondos entre la oficina de Julio de Vido, YCRT y la UTN/Usina termoeléctrica.
A pesar de ser una Universidad nacional, lo cual se entiende es de todos y con un ámbito que debería ser de total independencia política, el gobierno nacional no ha movido un solo dedo para transformar la UTN local en una casa de altos estudios genuina y por el contrario Cambiemos/Macri y las autoridades de Educación, miran para otro lado cuando desde estos claustros se utiliza el nombre y la marca para acciones partidaria y opuestas al espíritu democrático que debe imperar.
Por eso y no por otra cosa, Eugenio Zaffaroni departió ante un número reducido de abogados, jueces, integrantes del Superior Tribunal y la misma Gobernadora Alicia Kirchner, quien estuvo presente en la sala, sobre la necesidad de modificar la Constitución, los códigos y en general reformular la justicia a nivel nacional.
“Algo va a haber que hacer. No soy yo el que lo decida, lo van a decidir los políticos, pero indiscutiblemente creo que nadie va a poder gobernar el país sin un reacomodamiento de la Justicia dentro de los cauces constitucionales”, dijo el abogado que en uno de sus más brillantes fallos consideró que obligar a una menor a hacerle sexo oral a un hombre mayor en una habitación con la luz apagada, no es violación.
El ex juez, propietario de departamentos alquilados para desarrollar en ellos prostitución VIP, aclaró “No se trata de violar la Constitución sino de volver a la Constitución. Hay algunas cosas que se están saliendo de los marcos institucionales” y ahí mismo se refirió las prisiones preventivas como inconstitucionales, señaló que las mismas son “penas anticipadas”, excepcionales y temporales “no se puede justificar en alguien que llega caminando y que ha estado siempre a disposición de la Justicia. Estamos viendo prisiones preventivas coactivas”, dijo Zaffaroni en clara alusión a los detenidos por corrupción como es el caso de Lázaro Báez, de Vido, Jaime y decenas de corruptos más.
Adelantando lo que otros integrantes del kirchnerismo han batido en los medios nacionales, Zaffaroni dijo sin dudarlo “Tienen que existir las instancias de revisión establecidas. Pero habría que ver hasta dónde se llega y en el futuro, podría verse la posibilidad de una ley de revisión extraordinaria o alguna otra cosa va a haber que hacer si nos encontramos ante sentencias arbitrarias”, lo cual implica que, de llegar al poder, las sentencias de los jueces podrían ser revertida solo por la necesidad partidaria de dejar libre a los delincuentes que son propia tropa.
Sin ponerse colorado y bajo la atenta mirada de los presentes, Zaffaroni criticó la forma en que, según él, el actual gobierno nacional interfiere en la justicia, saca y pone jueces, cambia causas de su asiento natural y manipula la justicia en general. Claro, Zaffaroni tiene la mente en blanco y solo recuerda lo que corresponde desde el 2016 en adelante, lo anterior no existe. Lamentablemente para él y el kirchnerismo en su conjunto, la gente recuerda y lo tiene muy en cuenta.
Síntesis
Lo de Zaffaroni es parte de los anuncios que está haciendo el kirchnerismo en su conjunto y Alberto Fernández en particular, cuando como candidato a presidente (puesto por CFK) remarca ante quienes quieran escucharlo, la necesidad de “repasar los actuado por la justicia”, en otros términos, adelanta la intervención del gobierno de Cristina en la propia justicia, borrando de un plumazo la división de poderes y por ende la República.
El kirchnerismo ya tiene escrito el plan de gobierno y las tareas inmediatas a ser aplicadas en caso de ganar las elecciones nacionales. Entre esos asuntos está la investigación y persecución del periodismo que se ha opuesto a la corrupción y ha informado sobre las causas y las detenciones; completar la “democratización” de la justicia, es decir, intervenirla, manipularla y hacer desaparecer la independencia de los jueces; hacer una nueva Constitución nacional a medida de sus intereses partidarios; volver a cerrar el país, sacándonos del mundo nuevamente y asociarnos solo con Venezuela y Cuba, como principales socios; reincorporar a todos los kirchneristas que fueron echados de la administración pública, después de haberlos ingresado en manada entre noviembre y diciembre de 2015; reactivar pero más virulenta la Ley de Medios; reimplatar la “Misión bolivariana” y los vínculos comerciales con el dictador Maduro y estatizar todo lo que sea posible, más allá de volver a negociar subsidios, dispensar planes sociales quitándole la bancarización (para hacerlos manejables con los punteros) y reinstalar un populismo abyecto y atroz.
La ciudadanía debe tener en cuenta si quiere esto o no, a la hora de votar en cada instancia de las elecciones 2019. Repetimos una y otra vez: lo que está puede no ser todo lo bueno que quisiéramos, pero estoy seguro que ante las urnas, nadie va a querer reinstalar el atraso, la corrupción y la decadencia en la República Argentina.
El ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, pasó por Río Gallegos y participó de la jornada que denominaron Justicia, Derechos Humanos y Reforma del Código Procesal Penal, la cual se llevó a cabo en la UTN Río Gallegos, virtual Unidad Básica del kirchnerismo, bajo la tutela del Decano Sebastián Puig, heredero de la gestión del procesado Carlos Goycochea, inmerso en los casos de corrupción en la triangulación de fondos entre la oficina de Julio de Vido, YCRT y la UTN/Usina termoeléctrica.
A pesar de ser una Universidad nacional, lo cual se entiende es de todos y con un ámbito que debería ser de total independencia política, el gobierno nacional no ha movido un solo dedo para transformar la UTN local en una casa de altos estudios genuina y por el contrario Cambiemos/Macri y las autoridades de Educación, miran para otro lado cuando desde estos claustros se utiliza el nombre y la marca para acciones partidaria y opuestas al espíritu democrático que debe imperar.
Por eso y no por otra cosa, Eugenio Zaffaroni departió ante un número reducido de abogados, jueces, integrantes del Superior Tribunal y la misma Gobernadora Alicia Kirchner, quien estuvo presente en la sala, sobre la necesidad de modificar la Constitución, los códigos y en general reformular la justicia a nivel nacional.
“Algo va a haber que hacer. No soy yo el que lo decida, lo van a decidir los políticos, pero indiscutiblemente creo que nadie va a poder gobernar el país sin un reacomodamiento de la Justicia dentro de los cauces constitucionales”, dijo el abogado que en uno de sus más brillantes fallos consideró que obligar a una menor a hacerle sexo oral a un hombre mayor en una habitación con la luz apagada, no es violación.
El ex juez, propietario de departamentos alquilados para desarrollar en ellos prostitución VIP, aclaró “No se trata de violar la Constitución sino de volver a la Constitución. Hay algunas cosas que se están saliendo de los marcos institucionales” y ahí mismo se refirió las prisiones preventivas como inconstitucionales, señaló que las mismas son “penas anticipadas”, excepcionales y temporales “no se puede justificar en alguien que llega caminando y que ha estado siempre a disposición de la Justicia. Estamos viendo prisiones preventivas coactivas”, dijo Zaffaroni en clara alusión a los detenidos por corrupción como es el caso de Lázaro Báez, de Vido, Jaime y decenas de corruptos más.
Adelantando lo que otros integrantes del kirchnerismo han batido en los medios nacionales, Zaffaroni dijo sin dudarlo “Tienen que existir las instancias de revisión establecidas. Pero habría que ver hasta dónde se llega y en el futuro, podría verse la posibilidad de una ley de revisión extraordinaria o alguna otra cosa va a haber que hacer si nos encontramos ante sentencias arbitrarias”, lo cual implica que, de llegar al poder, las sentencias de los jueces podrían ser revertida solo por la necesidad partidaria de dejar libre a los delincuentes que son propia tropa.
Sin ponerse colorado y bajo la atenta mirada de los presentes, Zaffaroni criticó la forma en que, según él, el actual gobierno nacional interfiere en la justicia, saca y pone jueces, cambia causas de su asiento natural y manipula la justicia en general. Claro, Zaffaroni tiene la mente en blanco y solo recuerda lo que corresponde desde el 2016 en adelante, lo anterior no existe. Lamentablemente para él y el kirchnerismo en su conjunto, la gente recuerda y lo tiene muy en cuenta.
Síntesis
Lo de Zaffaroni es parte de los anuncios que está haciendo el kirchnerismo en su conjunto y Alberto Fernández en particular, cuando como candidato a presidente (puesto por CFK) remarca ante quienes quieran escucharlo, la necesidad de “repasar los actuado por la justicia”, en otros términos, adelanta la intervención del gobierno de Cristina en la propia justicia, borrando de un plumazo la división de poderes y por ende la República.
El kirchnerismo ya tiene escrito el plan de gobierno y las tareas inmediatas a ser aplicadas en caso de ganar las elecciones nacionales. Entre esos asuntos está la investigación y persecución del periodismo que se ha opuesto a la corrupción y ha informado sobre las causas y las detenciones; completar la “democratización” de la justicia, es decir, intervenirla, manipularla y hacer desaparecer la independencia de los jueces; hacer una nueva Constitución nacional a medida de sus intereses partidarios; volver a cerrar el país, sacándonos del mundo nuevamente y asociarnos solo con Venezuela y Cuba, como principales socios; reincorporar a todos los kirchneristas que fueron echados de la administración pública, después de haberlos ingresado en manada entre noviembre y diciembre de 2015; reactivar pero más virulenta la Ley de Medios; reimplatar la “Misión bolivariana” y los vínculos comerciales con el dictador Maduro y estatizar todo lo que sea posible, más allá de volver a negociar subsidios, dispensar planes sociales quitándole la bancarización (para hacerlos manejables con los punteros) y reinstalar un populismo abyecto y atroz.
La ciudadanía debe tener en cuenta si quiere esto o no, a la hora de votar en cada instancia de las elecciones 2019. Repetimos una y otra vez: lo que está puede no ser todo lo bueno que quisiéramos, pero estoy seguro que ante las urnas, nadie va a querer reinstalar el atraso, la corrupción y la decadencia en la República Argentina.
Fuente: Agencia OPI Santa Cruz
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