Un alcalde bonaerense dirige las reuniones de gabinete desde la cama del hospital

La campaña electoral le pasó factura a un intendente del interior bonaerense, sometido al estrés de los actos y a las inclemencias de un invierno que hace sentir su rigor.
Primero fue una gripe, que lo obligó a reducir sus actividades al frente del municipio, guardando un poco de reposo, aunque no hizo demasiado caso a los médicos y siguió con su ritmo de siempre.
Al final, el cuerpo dijo basta y el jefe comunal de Castelli, Francisco Echarren, debió ser internado con un cuadro de neumonía, del que se recupera lentamente.