miércoles, 10 de junio de 2020

Vicepresidente de la Unión Industrial de Santiago del Estero sobre Vicentin: "esto va a tener un costo altísimo para el Estado, y el Estado somos todos"



Llamil Abdala, vicepresidente de la Unión Industrial de Santiago del Estero (Uisde), dialogó este miércoles —vía telefónica— con el ciclo Actualidad Política, que se emite por Radio LV11.
Allí se le consultó si la nueva etapa —que comenzó hoy en la provincia— demanda nuevas estrategias para el sector industrial, y expresó: "Hemos actuado coordinadamente todas las Uniones Provinciales con nuestra entidad madre (la Unión Industrial Argentina), pero atendiendo al contexto local. La situación se presentó con diversidad de matices que así lo ameritaban. La industria debió adaptarse a una nueva manera de vivir, que se tradujo en una nueva manera de producir. Obviamente, el trabajo articulado ha permitido morigerar el impacto en lo que hace al desenvolvimiento diario. Hemos podido articular con el Comité de Emergencia. La realidad de las industrias requiere particularidades, debimos adaptar los sistemas de trabajo. A las dificultades y complicaciones propias de la cuarentena, hemos podido ir resolviéndolas. Y destaco la actuación del Comité de Emergencia, que fue permitiéndonos volver a trabajar. Era una etapa esperada, esta que comienza hoy. Sabíamos que en la provincia estaban dadas las condiciones para pasar a la fase 5. Esto genera un buen ánimo y expectativa, uno ve que el esfuerzo se tradujo en el progreso. Propendemos a que se tienda a normalizar ciertas actividades, más cuando estamos teniendo los números de la industria, a nivel país y mundial. Marzo estuvo sesgado por medio mes de actividad normal, y medio de cuarentena. Estamos viviendo una situación, a nivel mundial, que es inusitada. Salvo la crisis de 1929, no hay parangón con lo que estamos viviendo hoy. El PBI mundial cayó 6%. Europa tuvo una caída del 10%, en promedio. Realmente es difícil encontrar algo o alguien a quien esto no le haya afectado de una manera absolutamente sensible. Hoy tenemos el menor nivel de actividad industrial desde la crisis de 2009, estamos por abajo de ese nivel. En abril hemos perdido 2.200 puestos de trabajo a nivel industrial, y la actividad cayó un 10% con respecto a marzo. Incluso aquellas empresas que se dedican a rubros que fueron considerados 'esenciales' durante la cuarentena, no quiere decir que a ellas no las afectó. Y las demás, están muy, pero muy complicadas. Por ejemplo, no se produjeron vehículos en abril, es decir que la caída fue del 100% en ese sector", manifestó.

Respecto al caso de la cerealera Vicentín, contó: "Ayer hemos tratado el tema en junta. El presidente de la UIA (Miguel Acevedo) informó que también se sorprendió con la noticia, pese a que él se reunió con el presidente Fernández la semana pasada. Desde Santiago hemos apoyados un principio fundamental: defendemos el derecho de la propiedad, más en el marco de una democracia como la nuestra, y por sobre todas las cosas, defendemos la legalidad en las cuestiones que hacen a estas decisiones. Creemos que puede haber habido un apresuramiento por parte del Gobierno. La empresa ya estaba en concurso de acreedores, era un tema que ya estaba en dominio de la Justicia. La sensación que tenemos es que se apresuraron, que fue una medida intempestiva. Y en al análisis nos preguntamos: ¿ameritaba una conducta tan intempestiva, si ya estaba en la Justicia? Entendemos que no. Me parece que es absolutamente inoportuna la decisión. Una decisión de este tipo impacta negativamente, y respecto a la conveniencia o no de dicha decisión, esto va a tener un costo altísimo para el Estado, y el Estado somos todos. Tengo entendido que Acevedo está gestionando una reunión con Fernández, para ver el porqué de esta decisión. Obviamente, también queremos que se determine la responsabilidad de los empresarios de Vicentín. Se justificó la decisión en la 'seguridad alimentaria', y creemos que eso no cabe, porque nos podría preocupar si fuéramos importadores de alimentos, pero no lo somos. Producimos para abastecer a diez Argentinas, entonces, ese concepto no cabe. De todos modos, lo que hay hasta ahora es una intervención, y un proyecto de expropiación. No tenemos temor de que esto alcance a otras empresas, es decir, que el Estado comience a expropiar otras, no es ese el quid de la cuestión. Tampoco nos tenemos que parar en una ideologización de la medida. Lo que más necesita la industria hoy, en este contexto, es un horizonte de cuándo pueden llegar a finalizar los efectos del aislamiento. Y obviamente, hay medidas paliativas que ya fueron aplicadas, pero son eso: paliativas. Cuando salgamos de los efectos de esta pandemia y la cuarentena que trajo aparejada, vamos a necesitar un fuerte apoyo financiero para poner en marcha nuevamente el aparato productivo, porque nuestro capital de trabajo va a quedar completamente consumido", cerró.

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