domingo, 9 de agosto de 2020

"QUEDATE EN CASA"...Por Leonardo Castagnino

Como vimos, la Revolución de Mayo, fue una revolución secesionista, o subversiva, como quiera llamarse, llevada a cabo por una minoría y con la connivencia británica, y bajo el disfraz de la máscara de Fernando VII. Hubo opositores y disidencias, como vimos en las escandalosas reuniones de la semana de mayo, donde no faltaron, censuras, fraudes y violencia. Desde el inicio mismo comenzaron las confrontaciones entre distintas facciones: morenistas y saavedrista, porteñistas y provincianos, unitarios y federales, etc. que pronto resultarían en un baño de sangre, y si bien no es propósito de este trabaje un relato detallado de su historia, citaremos algunos hechos singulares, a modo de ejemplo. Aprovechando las derrotas de Belgrano en Paraguarí y Tacuarí, los morenistas intentaron un golpe de estado el 5 y 6 de abril de 18100, a través de Domingo French, jefe el Regimiento La Estrella, y sofocado por Saavedra. Mientras tanto Castelli, que acompañaba como comisario político al ejército en el Alto Perú, reprimía con terror según orden de la Junta: "...en la primera victoria que logre, dejará a los soldados hagan estragos entre los vencidos para infundir el terror entre los enemigos..." Fue asi como, después del triunfo de Suipacha fusilaban a los jefes vencidos Francisco de Paula Sanz, Vicente Nieto y José de Córdoba. Envalentonado con el triunfo, Castelli dispone enfrentarse a José Manuel Goyeneche, que el 2 de junio de 1811 le infringe una derrota contundente en Huaqui. El mismo Castelli relata la trágica retirada en la que fueron "amenazados por los epañolistas, insultados por los fanáticos, eludiendo las iras el populacho, que se volcaban sobre su persona". No era para menos la desconfianza y la ira después de haber fusilado a los tres jefes vencidos, en particular Francisco Paula Sanz, militar de prestigio y gobernador de Potosí por 20 años con el apoyo de los pobladores, que a su vez recibieron por parte delas tropas porteñas actitudes despóticas, confiscación de bienes, ofensas a la religión, actitudes de violencia e impiedad, que sembró el odio de los pueblos hacia Castelli y hacia los porteños en consecuencia. La Junta destituye a Castelli, pero la semilla de odio y la desconfianza quedó sembrada. Saavedra se traslada al Alto Perú para hacerse cargo de la delicada situación, y su ausencia es aprovechada por los moreristas, que lo destituyen, nombrando un Triunvirato compuesto por Feliciano Chiclana, Juan José Paso y Manuel Sarratea. El 6 de diciembre de mismo año de 1811 se produce la sublevación del Regimiento de Patricios, conocida como "la revolución de las trenzas", por cuando el detonante fue la orden dada por Belgrano, para que los oficiales del regimiento se cortaran las trenzas que los distinguían. El levantamiento derivó en cruentos enfrentamientos y el fusilamiento de los principales jefes rebeldes. El Triunvirato atribuyó la responsabilidad a los Diputados del interior, y Rivadavia, incorporado a la Junta, los expulsó de la ciudad en el termino perentorio de veinticuatro horas. De esa forma se incrementaba la disidencia entre porteños y pajueranos. Otra víctima del terror implantado por el gobierno, fue el obispo de Buenos Aires don Benito de Lué y Riega, sospechado de presunto conspirador, por lo que fue envenenado en la noche del 21 al 22 de marzo durante una comida organizada en su honor. Algunos autores niegan el hecho, sostenidos con solvencia por otros autores como Guillermo Furlong , Miguel Angel Scenna y Bernardo Lozier Almazán. El 6 de julio de ese mismo año de 1812, acusado de conspiración, fue sentenciado y llevado a la horca justo a su yerno Matías de la Cámara y Felipe de Sentenach. Vale recordar que Álzaga fue uno de los héroes de la Defensa y Reconquista de Buenos Aires en los años 1806 y 1807. Cuatro días más tarde, tratando de disimilar tan grotescos espectáculos de sangre, y tratando de aquietar los ánimos, el 10 de julio, la Gazeta Ministerial publicaba: "Volved a la quietud de vuestras casas, que el peligro desapareció ya de vuestros hogares". Ya lo creo ... "quedate en casa" ... que nosotros nos ocupamos del resto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario