Por Alberto Buela (*)
Esta breve meditación surge a partir de una consulta de la compañera Fernanda cuando me pregunta: "le consulto respecto de la relación que usted refiere entre la doctrina social católica y la doctrina de la comunidad organizada”.
El peronismo no es un subproducto de la doctrina social de la Iglesia sino que dicha doctrina es la que coincide, en algunos aspectos, con la del peronismo.
En ese sentido, todo el último movimiento de estos últimos tiempos, de hacer coincidir la doctrina peronista con la última encíclica Laudatio Si del Papa Francisco, descubre un mecanismo de manipulación, buscando beneficios que desconozco. Si hasta uno de los secretarios generales de la actual CGT, Juan C. Smith, publicó un libro como remedo de la encíclica.
Ud. me comenta que: “no entiendo la prioridad que usted plantea en la relación entre las doctrinas. Si es tan amable me gustaría comprender los fundamentos”.
Le respondo: La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se inaugura modernamente con la Rerum Novarum de León XIII en 1891 y es continuada por la encíclica Quadragessimo Anno de Pío XII de 1931.
Y recién a partir de la encíclica Mater et Magistra de Juan XXIII de 1961 y la Populorum Progressio de Paulo VI de 1967 la DSI comienza a ser conocida y consultada por los investigadores, periodistas y agentes políticos.
Mientras que Perón fija los ideales de su doctrina en el texto de la Comunidad Organizada de 1949 con motivo del primer congreso nacional de filosofía de Mendoza. De modo que, temporalmente, no hubo ninguna influencia de la DSI sobre el peronismo. Pero además la doctrina peronista posee una prioridad ideológica sobre la DSI pues, mientras que ésta en la Quadragessimo anno y en Rerum novarum limitaba a los sindicatos a una tarea social, anulando a cero su actividad política, el peronismo atribuye a los sindicatos una actividad política fundamental. Cosa que recién es reconocida por la DSI en la encíclica Laborem Exercens de Juan Pablo II de 1981.
Esto es, treinta años después de la Comunidad Organizada.
Además la DSI se muestra básicamente evolutiva y así pudo pasar, sin ponerse colorada, de una propuesta corporativa y fascistoide como la de la Quadragessimo Anno a una pro socialista como la Populorum Progressio. La DSI es más un grupo de opiniones según los Papas que un cuerpo de doctrina, mientras que el peronismo posee una doctrina segura y clara. Qué no la lleven a cabo por fallas de sus militantes es harina de otro costal.
La influencia de la DSI sobre el peronismo se transformó desde los años 70 en una fake news creada por la monserga peroniana de las frases hechas y de pensamiento nulo, porque como afirmó Jorge Rulli, no tuvo la capacidad de incorporarse a la polémica contemporánea de las ideas. Y esta es la gran falla de los denominados “intelectuales peronistas” que no tuvieron ni la capacidad ni los talentos para incorporase al debate contemporáneo de las ideas y se limitaron a repetir la monserga peroniana de las
frases hechas y del pensamiento políticamente correcto.
Muchas gracias por su pregunta porque me permitió extenderme sobre un tema tergiversado. Le mando un afectuoso saludo Post Scriptum: como esta carta fue difundida por whatsapp aprovecho la oportunidad para darla a conocer.
(*) buela.alberto@gmail.com
Arkegueta, aprendiz constante
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