El Gobierno estaría dispuesto otorgar un bono compensatorio a quienes reciben las jubilaciones más bajas, según reconoció la directora de la Anses, Fernanda Raverta. Eso sería para evitar el deterioro de sus ingresos frente a la inflación, dado que por la nueva cláusula de ajuste recientemente sancionada por el Congreso, el aumento de los haberes sería de 8%, mientras que la inflación del período considerado se ubicaría en torno al 11%. La fórmula que impulsó el Gobierno mejora la situación de los jubilados cuando la inflación baja y la actividad se expande, pero la empora cuando la inflación se acelera como ocurre ahora.
La posibilidad de establecer esta compensación estuvo siempre entre las alternativas que contempló el Gobierno cuando se modificó el cálculo para la movilidad de los haberes. Tiene varios motivos para seguir ahora ese camino. El primero es el de no agravar la situación de un segmento vulnerable, el segundo sería el de no restarle capacidad de consumo a un sector de la población en un momento en el que se necesita reactivar la economía y el tercero sería evitar la derrota política que implicaría que las jubilaciones suben menos ahora que con la fórmula que se sancionó durante el gobierno de Macri. La misma fórmula de movilidad se aplica para las AUH que seguramente también recibirían una compensación. Pero las jubilaciones más altas perderán frente a la inflación algo que aliviará las cuentas públicas para alegría de Martín Guzmán.
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