Argentina y un "gran" desafío por delante...EL CAMINO DE LA MORAL...

         Por Pablo Rennella

Si Argentina tiene un real "desafío" por delante, más allá de los flagelos más grandes que afronta en los próximos años, como la pobreza, desocupación, falta de desarrollo y educación, entre muchos otros, sin duda el más grande, es el de la MORAL.
Hemos "caído" en un grado de "inmoralidad" tal, que ya no nos sorprenden ni cuestionamos actitudes totalmente alejadas de la realidad (o nos creemos con la impunidad de cuestionar) hasta la Corte Suprema por ej, como ha hecho la Vicepte de la Nación, Cristina Kirchner, recientemente.
Ni hablar de la "corrupción" enquistada en la sociedad hace muchos años tanto en el poder del Estado en el orden Nacional y por carácter transitivo, en las Provincias y en los Municipios.
Y ésta actitud, de absoluta impunidad de hacer y de decir cualquier cosa lamentablemente, se refleja también en la sociedad a través de hechos de corrupción, violencia y mediocridad, en una "espiral" ascendente que ha llegado la hora de parar.
Se impone decirle "basta" -sobretodo los que no nos identificamos con ésta descripción social- a aquellos que creen que "nada" tiene consecuencias; la "Justicia" empezó mostrando un poquito de "dignidad" dándole la razón a la ciudad de BsAs (de tener autonomía para decidir sobre sus cuestiones domésticas) pero más allá de ello, mostrando un "límite" a aquellos que piensan que están por encima de las leyes, la Constitución y la República.
Por ésta razón, me interesó dar a conocer un escrito de un amigo, llamado Carlos Azzaretti, quién en algún momento fuera secretario de Turismo de Carlos Paz y otras localidades, que en una especie de pensamiento constructivo (en primera persona) pero en dónde se ven reflejados muchos Argentinos, dice cosas como éstas:
"No peleo por política"
"No es la ideología de la gente lo que me acerca o aleja...es su persona, su esencia, su moral o sus valores.
Que alguien defienda a un mafioso, del bando que sea, no me habla de su ideología política, gremial o futbolística... me habla de su persona.
Que alguien defienda la corrupción (en el grado que sea) sabiendo las vidas, sueños, proyectos futuros y dignidades que se lleva consigo, no me habla de una ideología, me habla de su moral.
Que alguien critique hoy lo que ayer defendía, o defienda hoy lo que ayer criticaba, y que lo haga simplemente porque cambiaron los actores, no me habla de una ideología, me habla de los principios endebles que ese alguien tiene en su vida.
Que alguien quiera que a otro individuo o a una sociedad le vaya mal, por el motivo que fuere, no me habla de una ideología, me habla de su esencia.
Que alguien sea fiel discípulo de quien se siente orgulloso del odio que genera, de la división que provoca, de la venganza que promueve y del revanchismo que pregona, no me habla de una ideología, me habla de sus valores.
No me alejo de amigos, familiares, colegas, conocidos por una ideología, simplemente elijo rodearme de gente con mis mismos valores, principios, ideales (peores o mejores, pero compartidos).
No doy por terminados vínculos de "amistad" por política, los mismos se van debilitando y a la larga mueren porque lo más intimo y profundo de la persona ya no se comparte", dice Carlos.
Y es verdad. Es así.
Los problemas, muchas veces, los creamos NOSOTROS MISMOS y después nos "quemamos en el fuego de la hoguera" de nuestras propias contradicciones y le echamos la culpa a otro.
"La única grieta que existe es entre "honestos" y "corruptos" o quienes los defienden (que es lo mismo)" y esa "diferencia" lo hace la MORAL.
Cuando uno habla de "desarrollo" significa progresar paso a paso, no de repente ni de un día para otro, el camino sigue y uno no sabe dónde termina, pero lo trascendente, es hacerlo en forma correcta.
El Camino de la Moral, es el más largo, duro, difícil y esforzado, pero al final es el que te da el premio más grande, quedar en el recuerdo colectivo.
Que camino vas a tomar? Para pensar.
Saludos a todos.