El Gobierno y el Club de París iniciaron un proceso de 60 días para saldar casi US$ 2.500 millones que el país le adeuda a ese organismo de crédito, luego de que ayer venciera el plazo original para abonar ese compromiso. La diplomacia financiera del Gobierno, hasta ahora, no sirvió. El problema central es que el club de acreedores exige un nuevo acuerdo con el FMI antes de negociar un reperfilamiento de los pagos.
El Gobierno, sin embargo, pretende lograr el acuerdo recién después de las elecciones de noviembre. Si ninguna de las partes cambia la postura, en 60 días Argentina entrará en un nuevo default por una deuda que había sido reestructurada en 2014 tras el default de 2001. El Gobierno buscará acercarse al FMI, como gesto de buena voluntad con los acreedores del Club de París. ¿Servirá para la negociación?
La otra opción es que el grupo de acreedores de Argentina, que preside Emanuel Moulin, director general del Tesoro de Francia, ofrezcan un "waiver". Esa fue la apuesta inicial de Argentina y el motivo de la última gira por Europa pero, por ahora, no prosperó.
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