El Gobierno prepara una batería de medidas de transferencia directa de ingresos para los sectores más castigados, a los que la recuperación no les llegó: serán anunciadas el jueves.
Los votantes mostraron masivamente el domingo su descontento en las urnas y desde el oficialismo apuntan a que el principal factor que derivó en la derrota electoral fue la economía. En ese marco, el Gobierno prepara una batería de medidas de transferencia directa de ingresos para los sectores más castigados, a los que la recuperación no les llegó, que serán anunciadas este jueves. El Gobierno cree que, en esos sectores, hay cientos de miles de votos perdidos con relación a 2019 que pueden recuperarse.
Una pista la dio ayer por la mañana el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, al referirse a la reacción del Gobierno luego de las PASO. “Trabajamos en medidas para que la reactivación en curso llegue a todos los sectores”, dijo en declaraciones radiales.
En esa línea, la candidata a diputada por el Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, anticipó también que “ya tuvimos una reunión con el jefe de Gabinete (Santiago Cafiero) y con los ministros y se está trabajando fuerte en ver cómo dar respuestas inmediatas”.
Transferencia de ingresos
Hasta ahora, las medidas que evalúa el Gobierno apuntan a una suba lo más inmediata posible del salario mínimo vital y móvil (Smvm), de las jubilaciones y de la AUH. El incremento sería por decreto, con la intención de generar un alivio en sectores de ingresos medios y bajos, a los que, entienden desde el oficialismo, aún no les llegó la reactivación de la economía.
El Ministerio de Trabajo ya había convocado al Consejo Nacional del Salario para acordar un nuevo aumento del Smvm el próximo 30 de septiembre. Por estas horas, el Ejecutivo analiza subir el 10% que tenían previsto en ese momento para completar una recomposición del 45% desde abril cuando se acordó una suba del 35% en varios tramos que finalmente fueron adelantados a septiembre. Vale aclarar que actualmente el haber mínimo se encuentra en $29.160, muy por debajo de la línea de pobreza.
En esa línea, y teniendo en cuenta los sectores más castigados, se analiza un aumento por decreto de jubilaciones mínimas ($25.922) y beneficiarios de la AUH ($5.063). Todavía no se sabe si la modalidad sería un bono o un aumento que se sume al 12,39% de incremento que estableció para este mes la actual ley de movilidad. En abril y mayo hubo un bono a jubilados de $1.500 para complementar la movilidad de marzo y en agosto hubo otro por $5.000
El Gobierno venía implementando una serie de iniciativas para recomponer el poder de compra de los salarios, aunque estos beneficios llegaron a estratos sociales mejor parados que los mencionados anteriormente. También se pueden destacar incentivos al consumo como el programa Ahora 12 que difícilmente están apuntados a sectores a los que se les complica llenar la heladera.
Las más destacadas fueron las aperturas de paritarias dentro de la nueva pauta del 45% y la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias a $150.000 mensuales brutos, para el cual se encuentra en revisión una nueva modificación al alza teniendo en cuenta las subas de los salarios.
Según estimó el Cetyd de la Universidad Nacional de San Martín en un estudio reciente que, con los acuerdos paritarios firmados hasta agosto, el poder adquisitivo de los salarios tendrá una reducción del 3,8% cuando finalice el año. Obviamente, el sector informal sufriría una pérdida mayor, teniendo en cuenta que la inflación de alimentos acumuló hasta el octavo mes 32,6% y ese es el rubro al que ese segmento poblacional destina mayores recursos.
¿Vuelve el IFE?
Otra medida en estudio es un bono a los hogares que están pasando mayores dificultades por la crisis sanitaria que tuvo, y todavía tiene implicancias económicas, similar al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se pagó en tres oportunidades en 2020. La idea es acotarlo, ya que el contexto no es el mismo que en el peor momento del año pasado cuando regía el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Desde Economía señalaron a El Economista que no abarcaría el mismo universo que el año pasado, que en aquella ocasión fueron $10.000 para casi 9 millones de personas. Esta vez, alcanzaría entre 2 y 3 millones de argentinos por un monto mayor. Otra posible medida son créditos a tasa cero para trabajadores asalariados.
El Gobierno buscará que las medidas no pongan en riesgo la disciplina fiscal que venía mostrando: hasta julio el déficit primario fue del 0,7% del PIB. “No van a hacer un plan que ponga en riesgo todo lo que vinimos haciendo en materia macroeconómica, aumentar las reservas y eliminar el riesgo de una devaluación, y poder resolver los escollos de la deuda, sigue estando presente “, explicó Tolosa Paz en relación a las próximas medidas.
El Ejecutivo también está preocupado porque esos pesos que vuelquen a la calle terminen influyendo en una remarcación de los precios y eso ponga en riesgo la desaceleración de los precios que se viene dando desde marzo. En agosto el IPC marcó 2,5% y fue el quinto mes consecutivo en baja desde el 4,8% de marzo.
Presupuesto 2022
En ese contexto, el oficialismo tiene como fecha límite este miércoles para ingresar el Presupuesto 2022 al Congreso. Allí, además de las estimaciones para el año próximo, deberán plasmar el cierre del ejercicio 2021 y por eso ayer los funcionarios de Hacienda trabajaron hasta última hora en incluir esta inyección de recursos a la hoja de ruta.
Este martes circularon distintas versiones sobre un posible retraso en la presentación hasta finiquitar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por los US$ 45.000 millones desembolsados entre 2018 y 2019. Desde Economía aseguraron ante El Economista que la idea es cumplir con los plazos previstos y presentar hoy el Presupuesto.
El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, el diputado oficialista Carlos Heller, comentó ayer a las 18 en una entrevista para el canal Diputados TV que desde el Ejecutivo no habían adelantado una postergación. “La información que manejo es que será presentado mañana (por hoy)”, confió.
Según pudo conocer este medio, las principales estimaciones del equipo económico para 2022 son un crecimiento de entre 3% y 4%; un déficit de entre 3% y 3,5% y una inflación cercana al 35% anual. También incluirían un dólar mayorista administrado por el Banco Central con un valor de $159 hacia diciembre del año próximo.
Sobre la cuenta de subsidios, el Gobierno estima que comenzarán los sistemas desegmentación de tarifas para la energía, aunque sin mayores detalles de cómo se llevará adelante. Para el caso de la energía eléctrica, implicaría un ahorro en subvenciones equivalente al 4% del gasto público total. Para el gas, la Casa Rosada anunció la puesta en marcha del plan “zonas frías” y anticipó que habrá incrementos en las boletas en zonas metropolitanas.
Otro punto importante será el rol que el Gobierno quiere darle a la obra pública como dinamizador del nivel de actividad. Fuentes oficiales ya habían anticipado que buscarán llevar la participación del gasto de capital del Sector Público Nacional a los niveles previos al 2015, cerca del 3% del PBI en los próximos períodos. Apuntan a consolidar una política fiscal “anticíclica” que permita un crecimiento cercano al 4% el año que viene.
Fuente: El Economista
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