La coalición Juntos por el Cambio tendrá mañana un acto con la presencia de todos aquellos candidatos nacionales que pasaron las PASO, en un hotel céntrico de la ciudad de Buenos Aires, en el que estarán además los líderes de la coalición, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich entre otros.
La idea que viene gestándose desde la semana pasada es la de dar una muestra de unidad, junto en momentos en los que el oficialismo atraviesa una dura turbulencia producto de sus internas.
En la coalición opositora son conscientes de haber tenido un gran resultado en las primarias, sobre todo en distritos inesperados como la provincia de Buenos Aires, o incluso Chaco, o mucha paridad en Formosa, y es por eso que buscan consolidar lo logrado de cara a noviembre, y de esa manera condicionar el escenario para volver a ser gobierno en 2023.
Uno de los activos que ha logrado conservar la coalición opositora es justamente el de la unidad, a pesar de las diferencias que suelen surgir tras las derrotas y los diferentes posicionamientos respecto del Gobierno a lo largo de la pandemia.
La postal de unidad será la manera de comenzar a calentar la campaña en momento en los que faltan menos de dos meses para las elecciones generales y el país y la política atraviesan zozobra producto de la crisis del Frente de Todos.
En lo que refiere a la CABA y a la provincia, los equipos de campaña comienzan a trabajar para poder delinear de manera conjunta lo que tiene que ver con una estrategia de campaña, luego de haber travesado primarias.
Ello sucede fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires, en la que Diego Santilli y Facundo Manes, han tenido improntas muy distintas y las identidades del PRO y de la UCR han quedado marcadamente diferenciadas en la campaña y en las primarias del 12S.
Tras el escrutinio definitivo de la provincia, el desafío importante que tendrá Juntos en la provincia de Buenos Aires será amalgamar la estrategia e identificar a Manes con la boleta de Santilli, en una campaña en donde predominó la apatía y parte del electorado no tuvo claro qué era lo que se votaba.
Fuente: El Economista
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