Todo el mundo en el ecosistema de las criptomonedas habla de lo mismo: el lanzamiento de los ETF (Fondos Comunes de Inversión) de futuros de Bitcoin que generó que la moneda digital más conocida esté cotizando actualmente por encima de los US$ 60.000 cuando hace sólo un mes se podía conseguir por apenas un poco más de US$ 40.000.
El primero en lanzar aquella alternativa fue el “ProShares Bitcoin Strategy ETF” y, como explica Bloomberg, ya se encuentra cerca del límite de cantidad de contratos que puede emitir en el mes de octubre. Cuando salió esa noticia ya había vendido 1.900 contratos cuando el límite mensual que le impuso la CME (Chicago Mercantile Exchange) es de 2.000. Para noviembre ya existen 1.400 contratos firmados y el máximo total es de 5.000.
Es un buen augurio para el lanzamiento del segundo ETF de futuros de Bitcoin, el cual debutó el viernes pasado. Se trata del “Valkyrie Bitcoin Strategy Exchange-Traded Fund” Y de a poco veremos que otros se van a ir sumando a la oferta.
Alguien que ya estaba expuesto a Bitcoin y que no necesitó de un Fondo Común de Inversión para hacerlo era Tesla. En su reporte de ganancias del tercer cuarto informó que no compró ni vendió activos digitales durante aquel período, lo cual implica que la compañía cuenta con US$ 1.600 millones de aquella moneda.
Recordemos que en febrero había comprado US$ 1.500 millones en esa moneda. En esa misma nota a sus inversionistas, la compañía automotriz señaló un “impairment” (pérdida contable) de US$ 51 millones “relacionado con Bitcoin”. Una pregunta que me hago es por qué habría registrado un número rojo si el Bitcoin subió de precio en ese período.
Por su parte, Elon Musk, el fundador y CEO de Tesla, tuiteó que solo posee Bitcoin, Ethereum y DogeCoin, las que compró “por curiosidad” y recomendó no invertir todo tu capital en criptos agregando que “el verdadero valor se encuentra en construir productos y proveer servicios a los seres humanos, no en el dinero en ninguna forma”.
Pero invertir en fondos comunes de inversión de futuros de Bitcoin o comprar la moneda digital directamente no es la única manera en que un inversor institucional puede lograr exposición a las criptomonedas. Hay quienes prefieren invertir en empresas relacionadas directamente con el ecosistema.
Es el caso por ejemplo de FTX, un exchange con sede en Bahamas, que levantó más de US$ 420 millones en una ronda de inversiones que valuó su empresa en US$ 5.000 millones. Esa misma casa de cambio de criptomonedas ya había conseguido en julio un total de US$ 900 millones. Entre los inversores se encuentran el famoso fondo amigo de Argentina: BlackRock.
Son claras señales del mercado que reflejan un fuerte respaldo por el futuro del ecosistema de las finanzas descentralizadas.
Pero no solamente son las empresas las interesadas en el mundo cripto. WalMart, la famosa cadena de supermercados de los Estados Unidos, abrió 200 cajeros automáticos de Bitcoin en sus sucursales. Lo hizo en asociación con CoinStar, la proveedora de la maquinaria, y con el exchange cripto CoinMe. Se trata sólo de una prueba piloto, pero el plan es abrir 8.000 cajeros en todo el país y según Coin ATM Radar ya hay más de 25.000 cajeros instalados en estaciones de servicio y locales de venta de mercadería, de los cuales CoinStar opera más de 4.000.
Pero no solo el caso Walmart marca el crecimiento de la demanda minorista que están teniendo las criptos y en especial Bitcoin, ayer nos enteramos que Mastercard está preparándose para anunciar que todos los bancos y comercios asociados a su red podrán en el corto plazo integrar criptomonedas a sus productos, lo cual incluiría Bitcoin, productos con renta en cripto, programas de lealtad corporativa, etcétera.
Más allá del crecimiento que ha tenido Bitcoin, tanto en su aceptación institucional como minorista, y más allá del aumento que registró su precio, su volatilidad parece no caer. Así lo destacó John Paul Koning en un tuit donde muestra un gráfico presentado por “buybitcoinworldwide.com” en el que puede observarse que las subas y bajas de precio medidas por la desviación estándar no parecen aflojar con el tiempo.
Existe una conocida hipótesis entre los bitcoiners que señala que, supuestamente, a mayor precio y uso de esa moneda digital, menor sería su volatilidad en el precio, lo cual a su vez generaría una mayor demanda para uso transaccional generando, así, un círculo virtuoso. Pues parece que la realidad no los acompaña y deberán conformarse como un activo volátil. Yo me pregunto qué ocurriría si el Bitcoin no fuera volátil, ¿cuánta de su actividad desaparecería?
Justamente para eliminar la volatilidad en el mundo cripto fue que se crearon las stablecoins que, como el lector sabe, son tokens que intentan seguir el precio de un activo como, por ejemplo, el dólar. La estrella, por lo menos por su uso en el ecosistema, es sin duda Tether, el criptodólar que cuenta con más del 50% del mercado, según coinmarketcap. Su mala fama es conocida y hasta el Financial Times le dedicó una nota completa la semana pasada donde describe el escándalo en el que se vio involucrada con el exchange Celsius, por haberle prestado tokens usando Bitcoin como garantía y que describimos desde esta columna hace muy poco tiempo.
Se trató lisa y llanamente de una emisión sin respaldo de dólares y puede ser un caso que nos ayude a entender cómo funciona en realidad el sistema bancario. Muchos creen que los bancos, cuando realizan préstamos, lo que prestan son depósitos previamente recibidos pero cualquiera que entienda un poco de contabilidad sabe que eso es materialmente imposible.
Tether no es más qué el registro de la deuda qué tiene su emisor con el tenedor de ese token y, por lo tanto, para realizar un préstamo debe necesariamente emitir un nuevo Tether porque prestar un Tether ya existente implicaría la necesidad de sacarle el token a otro tenedor. La única diferencia con el sistema bancario tradicional es que el registro en el cual se anota la deuda es una blockchain descentralizada, lo cual a su vez tiene sus pros y sus contras.
Es lo mismo que pretende hacer Facebook cuando lance su propia stablecoin llamada Diem pero que, como los lectores de esta columna saben, es un proyecto que se encuentra muy demorado especialmente debido a los reguladores. Es por esta razón que la red social estaría lanzando su billetera virtual llamada Nuvi utilizando un criptodólar ya emitido.
De hecho la prueba piloto ya está funcionando y arrancó el martes pasado en Guatemala y usando a USDP como stablecoin elegida. USDP son las siglas para el criptodólar de Paxos Standard, el cual tiene un charter del Estado de Nueva York que la convierte en, tal vez, la stablecoin más segura de todas, es decir, la antítesis de Tether. Para realizar la custodia y el intercambio de dólares por tokens se utilizará el exchange Coinbase, lo cual despierta ciertas suspicacias dado que es uno de los participantes en Circle, emisor de la stablecoin rival USDC.
La reacción de los congresistas en Estados Unidos no se hizo esperar y varios senadores demócratas emitieron una carta en la cual urgen a la empresa de Zuckerberg a frenar su proyecto Novi y no avanzar con Diem. En la misma explican que no se puede confiar en esa compañía para manejar el sistema monetario del país.
Diem por su parte emitió su propio comunicado en donde explica que Diem y Facebook no son lo mismo sino que se tratan de empresas separadas e independientes entre sí. Dada la relevancia que tiene la red social y el alcance por la enorme cantidad de usuarios con los que cuenta es poco probable qué los gobernantes se dejen persuadir por ese argumento.
No es fácil la relación entre los emprendimientos cripto y los reguladores. Quien conoce muy bien el tema es Coinbase, nombrada más arriba, y que tuvo su encontronazo cuando quiso lanzar su producto “Lend” y obtuvo la amenaza preventiva de la SEC para que no lo hiciese. Como respuesta, y luego de desistir de su proyecto, el exchange sostuvo que debería existir un regulador especial para las actividades de activos digitales por tratarse presumiblemente de una industria distinta a todo lo conocido hasta ahora.
El mismo Koning que hablaba de la volatilidad de Bitcoin explicó que si se le diera un tratamiento especial a las criptos las empresas tradicionales dejarían de emitir acciones para poder evitar las regulaciones asociadas a securities. En los hechos, la razón de ser de dichas normas son los mismos riesgos que se incurrirían en mundo digital y, por lo tanto, es bastante claro que el pedido de Coinbase será desestimado.
Tal vez el proyecto más importante sea el de la cripto de Facebook y si bien Nuvi no es lo mismo, también podrá aprovecharse de la vasta red de usuarios que tiene la red social. El hecho de que ya esté activa su prueba piloto debería indicarnos que el ingreso final de esa empresa al ecosistema se vuelve algo cada día más real.
Sea a través de Facebook, de Fondos Comunes de Inversión o por medio de WalMart y Mastercard, las opciones para lograr tener exposición a las criptomonedas parecieran no tener tope. Sin embargo los reguladores no van a permitir cualquier cosa y, como venimos señalando desde esta columna, la única manera de tener éxito será adaptándose a las normas vigentes.
Fuente: Gonzalo Martínez Mosquera para El Economista
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