viernes, 15 de octubre de 2021

Mientras la inseguridad se desborda: Sergio Berni dijo que se va del Frente de Todos porque es un “cachivache”


El miércoles no fue un día más en la vorágine diaria de Sergio Berni. Acostumbrado a enfrentar desgracias en un GBA convulsionado por la delincuencia, el reciente asesinato de un joven en Quilmes, apuñalado cuando iba a la escuela para robarle la mochila del colegio y el celular, pareció haberlo superado.

En el transcurso de 12 horas antes a ese crimen, hubo otros dos homicidios, también en el Conurbano: un subcomisario de Caseros y un comerciante de Gerli, en Lanús, murieron a balazos en intentos de robos.

Berni está pasando sus peores momentos al frente de la seguridad bonaerense. Y aunque se le reconoce un cuero curtido para manejar un cargo que según él "es sólo dar malas noticias", esta vez se lo ve más fastidioso que de constumbre. Como saturado.

En ese contexto, el ministro de Axel Kicillof expresa su bronca abiertamente, no importa quién lo esté escuchando. "Hasta acá llegué. El Frente de Todos es un cachivache", repitió en charlas privadas, confirmadas a Clarín por distintas fuentes.

"Lo dije antes de las PASO y ahora ya todos lo saben: me voy. No quiero saber más nada. No voy a participar más de un lugar que se parece más a un cabaret que a un espacio político comprometido para mejorarle al vida a la gente. El día después de las elecciones, que no cuenten conmigo en el Frente de Todos", avisó ante distintos interlocutores, como algunos intendentes, según pudo reconstruir Clarín.

A Berni le molesta cómo se manejan varios funcionarios y dirigentes prominentes en el FdT. Apunta principalmente contra la estructura de La Cámpora. La última vez que vio a Máximo Kirchner, el día de las PASO, casi se van a las manos tras una fuerte discusión. Un colaborador tuvo que interponerse en su camino cuando encolerizado avanzaba sobre él.

El ministro de seguridad bonarense es casi como un tío para el hijo de la vicepresidente. Pero hay asuntos pendientes entre ellos, algunos personales, que se fueron acumulando por años. Berni siente que La Cámpora le juega sucio.

El centro de la supervivencia de Berni es Cristina. Necesita de su protección para poder trabajar de la forma que siempre lo hizo: autónomo, sin rendirle cuentas a nadie, salvo a ella.

Tras la enfrentamiento con Máximo, Berni no habló más con Cristina, según aseguran en el entorno del funcionario. "No la llamó ni ella lo llamó a él". Nadie sabe bien si esa falta de comunicación con la vicepresidente presagia una ruptura mayor.

El ministro también apunta contra los intendentes. Su relación con varios de ellos es de desconfianza. En La Plata todos notan esa falta de feeling. Un ejemplo es la relación con Martín Insaurralde, nuevo jefe de Gabinete y punta de lanza de los jefes comunales del GBA para monitorear "en tiempo real" la administración de Kicillof.

"Con Insaurralde no tiene nada personal pero claramente no son lo mismo. No comparte para nada su visión de cómo resolver los problemas. Sergio vino para cortar mucha runfla que hay con la Policía Bonaerense. Y ese trabajo lastima varios intereses municipales", señalan cerca del ministro.
FUENTE: CONTEXTO

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