El Gobierno sigue administrando los desequilibrios nominales como puede, alternando entre controles de precios (algunos vinculantes y otros no) y habilitaciones para algunos aumentos muy puntuales. La inflación está demasiado alta y, por ahora, no hay un plan consistente. La inflación de 2021 cerrará en la zona de 50% y el 2022 arranca con proyecciones negativas. En el mercado creen que el piso es 50% y en el Gobierno creen que estará más cerca de 40%. Ayer, se anunció un nuevo acuerdo para garantizar un cupo de carne a precios populares en Año Nuevo, el Presidente consensuó con los operadores turísticos mantener los precios hasta marzo y la ministra de Salud logró que los prestadores no incorporen los copagos de 9% a cambio de ratificar el aumento en las cuotas de las prepagas de 9% desde enero. La inflación esperada por la población aumentó en el último mes. Así se desprendió del último informe del CIF de la Utdt, que precisó que en la "medición de diciembre la inflación esperada para los próximos 12 meses es de 51,3%". Un acuerdo con el FMI ayudaría a calmar las aguas de la macro, pero sumaría presión vía las tarifas y el dólar oficial .
Fuente: El Economista
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