lunes, 3 de enero de 2022

Agrodólares: El BCRA necesita que llueva más


El sector agroindustrial liquidó en 2021 un total de US$ 32.800 millones por sus exportaciones, informaron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

En diciembre, las empresas del sector liquidaron la suma de US$ 2.678.296.709, marca histórica en el Siglo XXI para el último mes del año y el ingreso de divisas acumulado de la agroexportación a lo largo del año alcanzó los US$ 32.807.933.377.

La suma de diciembre refleja un incremento de 31,11% con respecto a noviembre. Asimismo, el ingreso de divisas de todo el año (US$ 32.800 millones) es récord absoluto desde comienzos de este siglo, destacaron las entidades.

La reconstitución de stocks en los países centrales mantiene elevados los precios internacionales de los commodities.

El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del Indec, recordaron desde el sector.

El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial.

El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el Indec, fue el maíz (11%) y el tercero, el aceite de soja (6,9%).

Según datos publicados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), se prevé que la Argentina mantenga el primer puesto en exportaciones 2020/21 de aceite y harina de soja.

Sólo el complejo soja, que representó 27% de las exportaciones totales de Argentina del año pasado, constituye 16% (344.865 puestos) del empleo generado en 2017 por todas las cadenas agroindustriales, según un informe del Ministerio de Trabajo, destacó Ciara-CEC.

Agrodólares: ¿y el 2022?

Se vienen meses claves para la suerte de los agrodólares de 2022. Tras un fin de año positivo, que permitió alcanzar un récord en la producción de trigo, se precisan lluvias abundantes en el verano para que las estimaciones sobre las cantidades a cosechar se mantengan.

“En la última semanal los ingenieros coinciden en que el panorama dio un vuelco y da miedo ver el estado actual de los lotes. Hay 25% del maíz regular a malo y 15% de la soja de primera regular”, dijeron desde la Bolsa de Comercio de Rosario la semana pasada. Las lluvias registradas el 1° de enero trajeron alivio, pero el partido es largo.

“Altísimas temperaturas, sin lluvias a la vista y reservas hídricas agotándose: el efecto de este combo letal saltó a la vista en los últimos días. Pero el cultivo que más preocupa ahora es el maíz. El 75% de los suelos de la región núcleo ya está en condiciones de escasez de agua y sequía y el cultivo atraviesa su período crítico. Los asesores están muy preocupados, sin el efecto de la napa de años anteriores el agua de los suelos se agota: los maíces se están manteniendo con las últimas precipitaciones importantes, las de noviembre, ya que en la mitad este de la región las lluvias mensuales de diciembre no llegan a los 50 mm”, agregaron desde la BCR.

Si las lluvias de enero no son generosas, “el mayor grado de sequía que en este momento afecta al 27% del área pasaría a dominar sobre el 62% de la región”.

“Esta es la situación que está poniendo nervioso al sector: en el corto plazo no hay a la vista una salida favorable de esta situación de grave estrés termohídirico”, agregaron.

Será una dinámica para seguir de cerca. Una sequía sería lo último que necesita un BCRA que arrancó el 2022 con una situación muy delicada.
Fuente: eleconomista.com.ar

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