...recuerda una de las primeras mujeres colonenses en ocupar una banca
Entre las homenajeadas en el marco del Mes de la Mujer Trabajadora por el concejo deliberante de Colón, está Hilda Collado, quien ostenta el privilegio de haber sido una de las primeras del género en ocupar una banca en esa ciudad.
A los 90 años y radicada desde hace bastante tiempo en La Histórica, Hilda desborda de entusiasmo al recordar la política de aquellos tiempos y las anécdotas de su paso por la función pública.
“El concejo era honorable porque no se cobraba sueldo. La política era muy distinta a lo que es ahora. Una vez nos habían dejado del Ejecutivo un montón de lapiceras nuevas e hicimos una reunión para ver si las aceptábamos. Era una época en la que no se tocaba un centavo de la municipalidad”, dijo en diálogo con El Entre Ríos.
Habla del año 1973, cuando se convirtió en concejal por el Partido Justicialista, mientras el radical Roberto Girard asumió como intendente.
“Los hermanos Rebord eran candidatos, uno por el Justicialismo y otro por el Partido Demócrata Cristiano. Al dividirse, ganó la UCR”, recuerda.
El intendente que trajo las palmeras y la anécdota del InkierAl hablar de quien fue su opositor, comenta: “Girard era del partido contrario al mío, pero excelente persona e intendente para Colón. A la mañana temprano iba a El Palmar con un camión y hacía el sacrificio de traer las palmeras de a una. Venía cansado y desde el concejo lo discutíamos; le decíamos por qué gastaba de su dinero para una cosa que en ese momento nos parecía inútil. Sin embargo, con el tiempo, al ver esas palmeras hermosas, le hemos pedido perdón muchas veces”.En el mismo sentido, hace hincapié en que “no había división entre peronistas y radicales. Nos entendíamos y hacíamos las cosas por el bien de la ciudad”. Cuando viajaban a Paraná para hablar con el gobernador Tomás Cresto, “entre todos poníamos para la nafta”.
“Había mucho por hacer en Colón en ese entonces y trabajábamos todos juntos en los proyectos. Nadie puede decir ‘yo propuse’, sino que cada uno colaboraba en algo”.
Los inicios del turismo con un Hotel Quirinale “hecho por el pueblo, de a centavos” y el nacimiento del Balneario Inkier, en el sector costero sur, son algunos de los relatos que formaron parte de la conversación.
“Fui interesante lo del Inkier. Al hacerse tanta extracción de piedras quedaba la arena y se formó un balneario”. Había que pagar mucho dinero por ese lugar que era de propiedad privada, pero una propuesta de los miembros del Concejo Deliberante, cambió la historia: “Le ofrecimos al dueño ponerle el nombre de su padre, Santiago Inkier, así siempre se lo iba a recordar. Lo convencimos y aceptó, así que nos quedó gratis”.
A la par de su trabajo ad-honorem en el Legislativo, Collado se desempeñaba como receptora de cuentas del municipio colonense. “Fui la primera mujer en entrar a trabajar en la municipalidad, a los 14 años”, dice.
La Colón de sus amoresHacía tiempo que no visitaba su Colón natal, y tuvo oportunidad de hacerlo a partir de la convocatoria para el homenaje.
“Mi nieto me llevó a recorrer, la vi con muchos comercios y construcciones nuevas. La costanera está más linda. Pero es distinta a la que nosotros llamábamos ‘Colón de mis amores’, donde la gente iba porque se sentía en un pueblo”.
“Me gusta este joven”, dice por el actual jefe comunal, José Luis Walser. “Me parece que tiene buenas intenciones y buenos proyectos”.
Respecto a cómo ve a la provincia de Entre Ríos, opina: “Estamos con muchas carencias. Lo veo acá en Concepción del Uruguay; hay mucho turismo pero el pueblo está como hace 30 o 40 años, con el mismo servicio de agua corriente, el mismo servicio eléctrico. A medida que aumenta la población debe aumentar el servicio”.
“Entiendo que a veces los intendentes se ven privados de hacerlo”, concluye.
Pioneras en el concejoLa primera mujer en asumir como concejal en la ciudad de Colón fue Elvira Donnet de Paccot, en 1952, en representación de la Unión Cívica Radical.
En tanto Hilda Collado ocupó una banca entre 1973/76, por el Partido Justicialista. A la par, el cuerpo era presidido por otra mujer: la radical María de las Mercedes Gabaldo.
Fuente: El Entre Ríos
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