domingo, 6 de marzo de 2022

Medios internacionales suspenden su actividad en Rusia por la mordaza de Putin sobre la guerra en Ucrania

TVE y la Agencia Efe se suman a cadenas como BBC, CNN y Bloomberg, las alemanas ARD y ZFD y la italiana RAI, que no informarán desde Moscú. EL PAÍS tampoco trabajará temporalmente desde la capital rusa. El Kremlin bloquea Twitter y Facebook y recrudece la censura sobre los medios de comunicación independientes.

        Canal Estatal y Agencia de noticias de España.

 
   Radio y Portal Eco de Moscú, cerrados definitivamente por Putin.

Las redes sociales llevaban en el punto de mira del Kremlin mucho tiempo, y las críticas a la invasión de Ucrania han culminado su bloqueo en el país. El regulador de las telecomunicaciones ruso, Roskomnadzor, prohibió el viernes el acceso a Twitter y Facebook, así como a varios medios occidentales, por “difusión sistemática de desinformación” sobre lo que el Kremlin llama “operación especial para la protección de las repúblicas de Donetsk y Lugansk”. En paralelo, las dos cámaras del parlamento ruso aprobaron el viernes un proyecto de ley que prevé penas de cárcel de hasta 15 años por difundir información sobre la guerra que no se ajuste a lo que el Kremlin considera cierto. En definitiva, un apagón informativo en un momento decisivo para la nación que ha provocado la suspensión de actividades en el país de cadenas internacionales como Bloomberg, CNN y BBC y a la que se ha sumado también TVE.

Las consecuencias de esta ley se han visto de inmediato. “Con un gran pesar, hemos decidido suspender nuestra actividad informativa dentro de Rusia”, anunció el editor de la agencia Bloomberg, John Micklethwait, el viernes, horas después de la decisión del Parlamento ruso. “Los cambios en el código penal, que parecen estar diseñados para convertir a cualquier reportero independiente en un criminal solo por asociación, hacen imposible mantener cualquier apariencia de periodismo normal dentro del país”, agregó. La cadena británica BBC también decidió que sus corresponsales en Rusia dejasen de informar por ahora porque la nueva legislación “parece criminalizar el periodismo independiente”. “No nos deja otra opción mientras valoramos las implicaciones en su totalidad de este desarrollo indeseado [de los eventos]”, afirmó su director general, Tim Davie. “La seguridad de nuestro personal es la prioridad y no estamos preparados para exponerlos al riesgo de una persecución criminal solo por hacer su trabajo”, lamentó el directivo.

La cadena de televisión estadounidense CNN, las dos cadenas nacionales de la televisión pública alemana, ARD y ZFD, la televisión pública italiana RAI y la Agencia Efe también han anunciado que suspenden sus emisiones en el país. En el mismo sentido, por las mismas razones, EL PAÍS tampoco informará desde Rusia de manera temporal. Érika Reija, corresponsal de TVE en Moscú, ha comunicado a través de un mensaje de Twitter que ha dejado Rusia “con mucha tristeza, pero convencida de que es un paso necesario”, ha subrayado, “ante la posible criminalización de nuestro trabajo”. Con esta afirmación, se refería al proyecto de ley anunciado por el Kremlin.

A la amenaza que supone la nueva ley para los medios de comunicación independientes que trabajan en Rusia se suma la censura directa del Kremlin, que ha bloqueado emisiones de varias cadenas. Las autoridades rusas anunciaron el viernes el bloqueo tanto de la BBC como de la alemana Deutsche Welle, las estadounidense Voice of America y Radio Free Europe, y el periódico Meduza, fundado por periodistas rusos en Letonia. La justificación oficial para el bloqueo es la supuesta “difusión sistemática de desinformación”.

Además de los canales extranjeros, también han caído otros medios rusos esta semana. La única televisión independiente que quedaba, Dozhd, cerró su emisión con El lago de los cisnes, el ballet que se repitió una y otra vez en televisión durante el golpe de Estado fallido de la cúpula comunista en 1991. El canal mantiene su actividad, de momento, en YouTube.

Otro medio desaparecido por esta ola de censura ha sido Eco de Moscú, radio fundada en 1990. Tanto sus emisiones como su portal en internet han cerrado. Su consejo directivo decidió el viernes la liquidación total del grupo.

A lo largo de este año se repitieron las amenazas y este viernes se cumplieron. Twitter y Facebook habían bloqueado esta semana los canales del Kremlin Russia Today y Sputnik, sumándose así a la iniciativa de la Unión Europea de prohibir ambos medios en su territorio. Hace más de un año, Vladímir Putin cargó contra las redes sociales porque “en ciertos campos”, dijo, “están compitiendo con los Estados y su audiencia alcanza a millones y millones de usuarios”. El mandatario ruso, que asegura no tener ninguna cuenta en redes sociales, se refirió a la influencia de estas plataformas en la política estadounidense. Putin hizo esas declaraciones 10 días después de la detención del opositor Alexéi Navalni y de las protestas que ello provocó. En los meses sucesivos, el activista y su equipo fueron declarados extremistas, y las multas llegaron una tras otra a las oficinas de Facebook, Twitter y Google, dueña de YouTube, por no borrar el “contenido inapropiado” y “discriminar a los medios rusos”.

Tanto WhatsApp como Instagram forman parte de Meta, conocida antes como Facebook. El chat funciona con normalidad, pero el portal de fotos, muy popular en Rusia, fue ralentizado al comenzar la guerra como ya ocurrió con Twitter a raíz de las protestas de Navalni. Muchos usuarios denunciaban que ya no funcionaban los chats privados o que tardaban mucho tiempo en descargar las imágenes.

Fuente: Diario El País de Madrid

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