El banco central acomete una inyección de liquidez en el sistema bancario.
El Banco Popular de China (BPC) ha recortado este lunes de manera inesperada dos de sus principales referencias para los préstamos a las entidades bancarias y tratar así de hacer frente a la desaceleración del crecimiento económico y a las dificultades que atraviesa el sector inmobiliario. Es el primer recorte en el precio del dinero desde enero y llega en un momento en el que la mayoría de bancos centrales del mundo reman en sentido contrario: aumentan los tipos para tratar de contener la inflación.
El instituto emisor ha optado por rebajar la tasa aplicada a las operaciones de recompra inversa con vencimiento a siete días en diez puntos básicos —hasta el 2%, desde el 2,1%—. La que rige sobre los préstamos a medio plazo con vencimiento a un año, por su parte, ha pasado del 2,85% al 2,75%. En ambos casos, se trata de mínimos históricos.
El banco central chino también ha anunciado este lunes una inyección de 400.000 millones de yuanes (57.791 millones de euros) a través de la facilidad de préstamo a medio plazo, con un 2,75% de interés. El objetivo: “Mantener una liquidez razonable y suficiente en el sistema bancario”. También ha realizado una operación de refinanciación inversa por importe de otros 2.000 millones de yuanes (289 millones de euros). Las operaciones llevadas a cabo, agrega la autoridad monetaria, “satisfacen plenamente las necesidades de las instituciones financieras” del gigante asiático.
El economista sénior para China de Capital Economics, Julian Evans-Pritchard, ha calificado de “sorpresa” los recortes de tipos anunciados por el Banco Popular de China, aunque considera que “harán poca diferencia en las condiciones de liquidez”.
En los últimos meses, el BPC se había mostrado reticente a rebajar el precio del dinero a pesar del revés económico que han supuesto los últimos confinamientos. La negativa del banco central venía dada por los temores a los riesgos de deuda, a una mayor presión a la baja sobre el yuan y al aumento del índice de precios al consumidor, subraya Evans-Pritchard, que cree que este giro de guion se debe a la “débil inercia” de los indicadores económicos de julio y a la ralentización del crecimiento del crédito.
El analista de Capital Economics matiza, eso sí, que los recortes anunciados hoy no supondrán un cambio notable en las condiciones de liquidez, dado que los tipos interbancarios ya están por debajo de los del BPC, por lo que las entidades no presentan una gran demanda de financiación proveniente del banco central. Y cree que el recorte podría no ser suficiente para revivir el repunte del crédito: la debilidad, subraya, es “parcialmente estructural”, derivada de la “pérdida de confianza en el mercado inmobiliario y la incertidumbre provocada por las constantes disrupciones causadas por la estrategia de covid cero de China”.
Fuente: El País de Madrid
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