Por Silvia Giacoppo
para Nuevos Papeles
Suelo observar -salvo en ámbitos determinados- que se desconoce el funcionamiento, propósito y también la existencia del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino). Entonces, porqué no explicarlo y darlo a conocer un poco más.
Parlatino, “es un organismo regional, permanente y unicameral, integrado por los parlamentos nacionales de los países soberanos e independientes de América Latina y el Caribe, elegidos democráticamente mediante sufragio popular, cuyos países suscribieron el correspondiente Tratado de Institucionalización el 16 de noviembre de 1987, en Lima – Perú.
Este organismo parlamentario fue creado hace 57 años para la elaboración de iniciativas regionales en temas sociales, económicos, derechos humanos y de las mujeres, seguridad alimentaria, educación, salud, medio ambiente, entre otros, con el apoyo de las agencias de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en los temas mencionados”.
Después de 34 años, Argentina vuelve a presidir la institución. Y, por primera vez, ese reconocimiento recae en una mujer. Un compromiso que me halaga y me impulsa a trabajar de manera incansable por la integración regional. Es así, la asunción de la presidencia del organismo por parte de Argentina nos pone en ese camino de fortalecer la integración, la búsqueda de acuerdos y el diálogo permanente con la región y con el mundo a través de diferentes instancias de trabajo con otros organismos como EuroLat y Afrolat, entre otras.
Y esto, es algo que no queda sólo en la fría letra de un estatuto o en las palabras de un bonito discurso. El Parlatino es eso y opera en consecuencia.
Una de las acciones más importantes y, seguramente, una de las más difíciles que debe llevar adelante es la armonización legislativa. Es indispensable. Sólo así se puede llegar a los consensos que permitan los acuerdos necesarios al momento del dictado de normas. El esfuerzo de los representantes de los 23 países miembros hace posible un funcionamiento propositivo y dinámico.
El Parlatino elabora anteproyectos, proyectos y propuestas de Leyes Modelo que se debaten y aprueban en su pleno en un proceso llevado adelante por los órganos que lo componen. El permanente trabajo de las comisiones y el valioso aporte de organismos internacionales con los que hay acuerdos de cooperación enriquecen las iniciativas.
Estas normas son herramientas de cooperación que pueden ser tenidos en cuenta por los Estados al elaborar normas sobre las diferentes materias que abordan las comisiones y que sirven de referencia para que los Estados adopten medidas. Pero, vale aclararlo, no son vinculantes.
Algunas de las últimas leyes modelo que se aprobaron son, por ejemplo, la Ley para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos; la Ley Modelo para regular el trabajo a distancia; la de Eficiencia Energética; Ley sobre Movilidad Eléctrica; sobre Extinción de Dominio; la Ley Modelo para combatir el comercio ilícito y la delincuencia transnacional y otra sobre Delitos Informáticos o la Ley Modelo de Cambio Climático y Seguridad Alimentaria y Nutricional; la Ley Modelo contra el Grooming o una Ley Modelo de Protección de Bosques entre muchísimas otras.
El Parlatino sostiene, como principios “permanentes e inalterables”, la defensa de la democracia; la integración latinoamericana y caribeña; la no intervención y la autodeterminación de los pueblos; la pluralidad política e ideológica; la igualdad jurídica de los Estados; la condena a la amenaza y al uso de la fuerza contra la independencia política y la integridad territorial de cualquier Estado y la solución pacífica, justa y negociada de las controversias internacionales.
En este último año el Parlatino ha firmado acuerdos con universidades para fortalecer el trabajo legislativo y a través de los cuales consultar e intercambiar la información y documentación que incremente la cooperación y las actividades conjuntas y se mantendrán recíprocamente informadas sobre los programas de apoyo. Un interesante intercambio de saberes, conocimientos y experiencia que contribuirá en el desarrollo y la integración de América Latina y el Caribe. Una manera más de mejorar la tarea del organismo que redundará en mejores políticas para implementar en nuestra región.
Un pequeño pantallazo sobre el Parlatino. Un espacio que hace que el diálogo, las buenas prácticas políticas y la búsqueda de consensos sean su motor. Un organismo que busca, a través de las normas que promueve, hacer de América Latina y el Caribe un lugar mejor.
Suelo observar -salvo en ámbitos determinados- que se desconoce el funcionamiento, propósito y también la existencia del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino). Entonces, porqué no explicarlo y darlo a conocer un poco más.
Parlatino, “es un organismo regional, permanente y unicameral, integrado por los parlamentos nacionales de los países soberanos e independientes de América Latina y el Caribe, elegidos democráticamente mediante sufragio popular, cuyos países suscribieron el correspondiente Tratado de Institucionalización el 16 de noviembre de 1987, en Lima – Perú.
Este organismo parlamentario fue creado hace 57 años para la elaboración de iniciativas regionales en temas sociales, económicos, derechos humanos y de las mujeres, seguridad alimentaria, educación, salud, medio ambiente, entre otros, con el apoyo de las agencias de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en los temas mencionados”.
Después de 34 años, Argentina vuelve a presidir la institución. Y, por primera vez, ese reconocimiento recae en una mujer. Un compromiso que me halaga y me impulsa a trabajar de manera incansable por la integración regional. Es así, la asunción de la presidencia del organismo por parte de Argentina nos pone en ese camino de fortalecer la integración, la búsqueda de acuerdos y el diálogo permanente con la región y con el mundo a través de diferentes instancias de trabajo con otros organismos como EuroLat y Afrolat, entre otras.
Y esto, es algo que no queda sólo en la fría letra de un estatuto o en las palabras de un bonito discurso. El Parlatino es eso y opera en consecuencia.
Una de las acciones más importantes y, seguramente, una de las más difíciles que debe llevar adelante es la armonización legislativa. Es indispensable. Sólo así se puede llegar a los consensos que permitan los acuerdos necesarios al momento del dictado de normas. El esfuerzo de los representantes de los 23 países miembros hace posible un funcionamiento propositivo y dinámico.
El Parlatino elabora anteproyectos, proyectos y propuestas de Leyes Modelo que se debaten y aprueban en su pleno en un proceso llevado adelante por los órganos que lo componen. El permanente trabajo de las comisiones y el valioso aporte de organismos internacionales con los que hay acuerdos de cooperación enriquecen las iniciativas.
Estas normas son herramientas de cooperación que pueden ser tenidos en cuenta por los Estados al elaborar normas sobre las diferentes materias que abordan las comisiones y que sirven de referencia para que los Estados adopten medidas. Pero, vale aclararlo, no son vinculantes.
Algunas de las últimas leyes modelo que se aprobaron son, por ejemplo, la Ley para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos; la Ley Modelo para regular el trabajo a distancia; la de Eficiencia Energética; Ley sobre Movilidad Eléctrica; sobre Extinción de Dominio; la Ley Modelo para combatir el comercio ilícito y la delincuencia transnacional y otra sobre Delitos Informáticos o la Ley Modelo de Cambio Climático y Seguridad Alimentaria y Nutricional; la Ley Modelo contra el Grooming o una Ley Modelo de Protección de Bosques entre muchísimas otras.
El Parlatino sostiene, como principios “permanentes e inalterables”, la defensa de la democracia; la integración latinoamericana y caribeña; la no intervención y la autodeterminación de los pueblos; la pluralidad política e ideológica; la igualdad jurídica de los Estados; la condena a la amenaza y al uso de la fuerza contra la independencia política y la integridad territorial de cualquier Estado y la solución pacífica, justa y negociada de las controversias internacionales.
En este último año el Parlatino ha firmado acuerdos con universidades para fortalecer el trabajo legislativo y a través de los cuales consultar e intercambiar la información y documentación que incremente la cooperación y las actividades conjuntas y se mantendrán recíprocamente informadas sobre los programas de apoyo. Un interesante intercambio de saberes, conocimientos y experiencia que contribuirá en el desarrollo y la integración de América Latina y el Caribe. Una manera más de mejorar la tarea del organismo que redundará en mejores políticas para implementar en nuestra región.
Un pequeño pantallazo sobre el Parlatino. Un espacio que hace que el diálogo, las buenas prácticas políticas y la búsqueda de consensos sean su motor. Un organismo que busca, a través de las normas que promueve, hacer de América Latina y el Caribe un lugar mejor.
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