En una de sus últimas apariciones públicas, Juan Grabois le gritó reiteradas veces “basura“, entre otros insultos a la periodista Cristina Pérez que lo entrevistaba para Radio Rivadavia, por la ocupación de tierras en Mar del Plata.
Unos días atrás Javier Milei maltrató de forma similar a la periodista de TN Jessica Bossi, quién le preguntó por el spot de Ricardo Bussi, candidato de los libertarios en Tucumán, a favor de la libre portación de armas. Milei la interrumpió con gritos descontrolados, sin contestarle su pregunta, no la dejó hablar, y la acusó de ser “zaffaroniana“ y estar a favor de los "delincuentes asesinos" y contra las víctimas.
La prestigiosa psicoanalista Melanie Klein definió a la agresión cómo expresión del “instinto de muerte“. No hay que subestimar la violencia verbal o psicológica que causa graves daños en la psiquis de las personas, y más aún cuando esta violencia verbal es practicada por dirigentes políticos y sociales, multiplicada por la televisión y las redes sociales. Con su agresividad estos dirigentes influyen en las conductas colectivas e incitan también a formas de violencia física.
Grabois, ya había utilizado en varias ocasiones expresiones violentas como “si hubiera tenido que juntar cartones, hubiera salidos a chorear de caño”, justificando los delitos y crímenes por supuestas necesidades económicas.
Javier Milei también incitó a la violencia simbólica diciendo en televisión que tenía en su casa un muñeco con el rostro de Alfonsín y le pegaba trompadas todas las noches antes de dormir. En un acto público calificó a Horacio Rodríguez Larreta de “zurdo de mierda“ y lo amenazo con pasarle por arriba y aplastarlo con una silla de ruedas. El año pasado un militante libertario destrozó a martillazos una placa de las Madres de Plaza de Mayo.
El poeta alemán Frederich Holderlin, considerado por grandes filósofos e intelectuales, cómo G. F. Hegel, Sigmund Freud y Martín Heidegguer, cómo el más grande poeta de la historia dejó una frase que pasó a la historia sobre este tema “Se le ha dado a los hombres el más poderoso de los bienes: el lenguaje, para que muestre lo que es“.
En la historia podemos ver cómo la violencia verbal en la pólítica se transforma en violencia social. El propagandista del dictador español Francisco Franco, uso cómo propaganda el lema “Viva la muerte", de la falange española. Las guerrillas de Latinoamérica utilizaban las consignas “Patria o muerte”, “Libres o muertos, jamás esclavos“, “A vencer o morir por la Argentina”. Luego esa violencia verbal se transformó en violencia física, dejando centenares de miles de muertos.
Estas son las insólitas coincidencias entre el populismo de derecha y el populismo de izquierda. Que no es tan diferente como parece.
Autor: Jorge Goldenberg para Nuevos Papeles
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