Por Ricardo Bianchi
Emitir Bonos o Letras para cumplir con el pago de deuda a los importadores no parece una idea aceptada por éstos ya que entorpece la relación con los proveedores, pierden mucho capital si negocian estos valores en el mercado secundario y lo peor, interrumpen la continuidad del ciclo de importaciones.
No parece justo trabar el desenvolvimiento normal de este sector con fórmulas defectuosas que apuntan solamente a la solución de urgencia. Además, el Estado Argentino no es en este punto de la historia, el más confiable.
A menos que, como ocurre cuando se va de apuro a pedir prestado a un usurero, las condiciones de emisión resulten a largo plazo totalmente ruinosas para el Estado y las generaciones venideras. Y los importadores tienen razón, sería como tomar un activo de alto riesgo, sin posibilidad de obtener fondeo para volver al ciclo normal
de compra de insumos, mercaderías y servicios al exterior.
Así que volvemos, con toda humildad, a expresar nuestra idea de formar un Fondo de Garantía externo, autónomo, con el apoyo de Fondos de inversión como Black Rock y similares y/o el Tesoro de EEUU, para que los propios importadores ofrezcan como respaldo al pedir créditos en los circuitos internacionales y con la finalidad de cumplir con el pago de sus compras al exterior.
El Estado Argentino toma a su cargo del pago de los intereses a tasas internacionales y se compromete ante los garantes a saldar la deuda en el término de dos o tres años con divisas que ingresan de las exportaciones y lo garantiza de alguna forma con emisión de bonos o letras a favor del F.G.
Se recompone el ciclo virtuoso de las importaciones y el Estado se hace un crédito de 200 mil millones de dólares, que al parecer no puede de ninguna obtener de otra forma, para hacer frente al pago de sus obligaciones y sustentar el plan de gobierno.
El Estado Argentino, al no pedir fondos frescos, que a la postre el otorgamiento de los mismos sería de montos insuficientes, sino solicitar garantías del exterior para que los importadores paguen a sus proveedores y establecer un plazo cumplible de pago de divisas en el término de 2/3 años, muestra previsibilidad y responsabilidad, dado que, en función de las expectativas del aumento de las exportaciones en los próximos años, granos, minerales, petróleo, gas, economía del conocimiento, etc. asegura el cumplimiento de esos compromisos en plazos y montos razonables.
Excelente análisis
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