miércoles, 20 de diciembre de 2023

Suenan tambores de guerra en el peronismo: reclamos, monjes negros y nuevas melodías


Dirigentes de peso alineados a Axel Kicillof apuntaron con munición gruesa hacia el interior del justicialismo y con Máximo Kirchner en la mira. La puja por la conducción, los pases de factura y la proyección hacia el 2027.

El peronismo bonaerense ingresa en un fase de guerra interna a raíz del cambio de etapa política y sus protagonistas comienzan a mostrar las armas con las que disputarán el sillón de mando. Los últimos días comenzaron a prefigurar el escenario bélico con mensajes teledirigidos hacia el líder de La CámporaMáximo Kirchner. La primera avanzada fue encabezada por Andrés Larroque y Jorge Ferraresi, dos figuras que proyectan a Axel Kicillof como la cabeza del nuevo proceso.

En un fin de año el que todavía se espera alguna convocatoria del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires para balancear lo sucedido y trazar perspectivas hacia el 2024, algunos sectores muestran los dientes para marcar presencia. Mientras tanto, se esperan movimientos por parte de la conducción y las especulaciones crecen en un contexto que requiere respuestas certeras.

Tal como dio a conocer La Tecla, la Mesa de Ensenada está decidida a intentar que el próximo presidente del PJ bonaerense provenga de sus entrañas. De ese grupo, resaltan los dirigentes justicialistas Jorge Ferraresi, Verónica Magario, Fernando Espinoza, Cristina Alvarez Rodríguez, entre otros.


En esa línea, en el discurso de la asunción de su cuarto mandato como intendente de Avellaneda, Ferraresi sentó postura con una autocrítica sobre el gobierno de Alberto Fernández, cuestionamientos a Kirchner y apoyo a Kicillof. “La gente se cansó de nosotros de lo que hacemos todos los días, que decimos que vamos a transformar y cuando nos toca gobernar no transformamos nada”, consideró en su mensaje que fue publicado por el portal El Termómetro. 

“Perdimos la capacidad de debatir por la imposición de ideas”, aseveró. Luego recordó que “cuando hablé de la reelección me trataron de albertista y traidor. Yo soy peronista. Cuando se empezó a ajustar me fui porque no iba a ser parte de un gobierno que ajusta”. Entonces, lanzó “Tantos otros siguieron debilitando al gobierno con la mirada desde afuera cuando en realidad estábamos adentro”.

El jefe comunal, que varios lo proyectan como posible nuevo presidente del PJ bonaerense, afirmó que “tenemos que construir una fuerza política que esté a la altura del futuro” y remarcó que “Axel resistió el embate de algunos que pretendían que no sea nuestro candidato a gobernador”. Las palabras hicieron alusión a quienes planteaban que el gobernador diera la disputa por la presidencia y entre ellos se encontraba Máximo Kirchner. Por lo que replicó: “Algunos decían que no tenía que ser candidato y ganó la elección de manera contundente. En el 2025 se empieza a construir el triunfo del 2027 y necesitamos acompañar a Kicillof. Tenemos la necesidad de tener un gobierno que gestione como Néstor y Cristina. Vamos a recuperar una página que daremos vuelta”.

Los conceptos de Ferraresi fueron vertidos en el Polideportivo Gatica de Villa Domínico ante el acompañamiento del ministro de Gobierno, Carlos Bianco; el ministro de Trabajo, Walter Correa; y los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza) y Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros funcionarios.

Un día antes, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés "Cuervo" Larroque, en diálogo con Radio 10, también habló del aspecto político del peronismo. Fiel a su estilo, se encargó de aclarar que “nuestro primer desafío es gobernar y gestionar la provincia mas grande del país”, y después expresó que la “reconstrucción del peronismo es un desafío colectivo”.

No obstante, lanzó otro tiro por elevación a la conducción del peronismo y reiteró la necesidad de debatir las tareas a adoptar. “Tenemos que ir a un debate muy profundo, abierto y respetuoso, escuchando a todas las posiciones porque se acabaron las mesas de arena, los monjes negros y los maestros jedi". 

“Nos tenemos que sentar todos, decirnos las cosas y poner al peronismo en el lugar que corresponde”, agregó y manifestó que “todo el mundo tiene para aportar y seguramente se irán configurando nuevas referencias”.

La evocación a los “monjes negros” no es para nada casual en política y mucho menos en el peronismo. La reminiscencia a Girolamo Savonarola, aquel sacerdote predicador y confesor de Lorenzo de Médici, brinda pautas de uno de los puntos más importantes a discutir que impulsa un sector que hoy entiende que Kicillof debe ser el líder. De hecho, se puede comprender que tal elemento plantea que ya no habría consenso -si es que alguna vez existió- para que el elegido como conductor se escude bajo el ala de un liderazgo político que detente otra figura. 

Por ese motivo, el rol de Cristina Fernández de Kirchner también será vital para la etapa que se abrió. Por lo pronto, ya se encuentra en el Instituto Patria y desde allí observa a toda la tropa mientras ingresa al mundo de Tik Tok para expresar varias de sus posturas sobre la coyuntura. Al respecto, desde la Gobernación bonaerense indicaron a este medio que “ella va a estar expectante, a replegarse un poquito. Va a dejar hacer, pero va a seguir siendo la jefa. A Axel lo va a cuidar, ni lo va a exponer ni lo va a quemar pidiéndole nada extraño”.

“Ella va a ser la conductora de Axel para siempre”, reafirmaron pero también enviaron un mensaje hacia otros sectores del peronismo. En torno a la disputa con el gobierno nacional y el proyecto de Javier Milei, cerca de Kicillof a avisaron sus compañeros que se apropien de la disputa. “Axel planta bandera pero no va a ir al choque, no vamos a ser nosotros los que vamos a salir a insultar al gobierno nacional, por lo menos no en el primer momento. Después, si ellos tiran bombas responderemos, pero no vamos a ser los que encabecemos el choque. Hay compañeros que no tienen la responsabilidad de gobernar y que pueden hacer esa tarea”, sentenciaron.

La disputa por el liderazgo del peronismo está abierta y los sectores en pugna comienzan a delinear sus pasos a seguir. Máximo Kirchner y sus aliados miran por el momento los movimientos del resto para luego accionar. Asimismo, el triunfo obtenido por Kicillof no solo le dio mayor espalda, sino que también comienza a encuadrar cada vez más soldados. De esta manera, se desarrolla la pelea por la composición de una partitura para el justicialismo para los tiempos que se viven.

Fuente: La Tecla

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