domingo, 14 de enero de 2024

Quinamayó, el pueblo de Colombia que festeja Navidad en febrero: la historia detrás de la tradición


Un pueblo en Colombia busca resaltar la diferencia con respecto a la fecha de diciembre, homenajeando al "Niño Dios Negro" a mediados de febrero. Los detalles de los festejos.

En el corazón del Valle del Cauca, a sólo 20 minutos en auto de Jamundí, se encuentra Quinamayó, un pueblo colombiano donde la Navidad no sigue la tradición del 25 de diciembre, sino que toma lugar en febrero. Este particular festejo tiene sus raíces en la representación del nacimiento del "Niño Dios Negro", una figura que busca reflejar la inclusión de la comunidad negra en la narrativa cristiana. ¿De qué se trata este cambio?

Esta celebración en el pueblo de Colombia difiere significativamente de las tradiciones navideñas convencionales. En lugar de intercambiar regalos el 24 de diciembre, los habitantes se reúnen cada 18 de febrero para conmemorar el nacimiento del Niño Dios Negro. La festividad incluye una procesión vibrante que destaca con danzas, comidas tradicionales y un fuerte sentido de orgullo por sus raíces y cultura.

Historia y contexto de la Navidad en febrero

Esta singular tradición no es un fenómeno reciente; de hecho, se remonta al siglo XVI, una época en la que más de doce millones de africanos fueron trasladados a América como esclavos. En la región de Quinamayó, estos esclavos, dedicados al trabajo en las plantaciones de caña de azúcar, se vieron obligados a continuar sus labores incluso durante las festividades cristianas adoptadas por los terratenientes.

La celebración en febrero surge como un acto de resistencia, un momento en el que los esclavos decidieron festejar la Navidad de una manera que les permitiera conectarse con sus raíces africanas. Aunque se mantuvo durante más de dos siglos, en los últimos años, la Navidad de Quinamayó ganó reconocimiento y se convirtió en un festival que atrae tanto a turistas locales como extranjeros.

Norman Viáfara, organizador de lo que hoy se celebra como un festival, destacó la importancia de este evento como un mensaje de la comunidad al mundo. "A través del ritmo del tambor damos un mensaje importante. Le decimos al mundo, a la sociedad en general, que estamos listos y dispuestos para poder llegar a los espacios de toma de decisiones", afirmó durante un reportaje.

Las celebraciones actuales incluyen presentaciones musicales, representaciones culturales y un reinado que elige a la mujer encargada de preservar y exponer las tradiciones durante todo un año. Desde la Alcaldía de Jamundí, se promociona esta festividad no solo como un atractivo para los viajeros, sino también como una valiosa expresión afrodescendiente que merece ser reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Fuente: Canal 26

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