La artista brasilera presentará en Rosario "Ori livre", un concierto que habla de ancestralidad, del Brasil negro y femenino. Se realizará el martes 13, a las 21, en el Petit Salón (Mendoza 1085, segundo piso, Rosario).
La cantautora brasilera Dandara Manoela presentará en Rosario «Ori livre». El próximo martes 13 de agosto, a las 21, en el escenario del Petit Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, Rosario) se realizará el concierto-estreno que habla de ancestralidad, del Brasil negro y femenino. Este nuevo espectáculo es fruto de una carrera musical que ha estado influenciada y atravesada por diversidad de géneros.
«La iglesia fue el primer escenario en el que estuve y mi primera escuela», recuerda Dandara, que este año celebra una década de trayectoria. Con fuerte influencia religiosa en su repertorio, la artista asegura que los cantos religiosos son una forma de cantar con el corazón y con mucha verdad: «Hay una conexión espiritual, una fuerza mayor que no se puede explicar», comenta, y está convencida de que su emoción a la hora de cantar y conectar con aquello que dice viene de ese lugar en donde dió sus primeros pasos.
A los 7 años supo que quería ser cantante después de ver la película «Cambio de Hábito», en donde la actriz Whoopi Goldberg interpreta a una maestra que enseña a los adolescentes a cantar. «Recuerdo haber terminado esa película con la convicción de que, al crecer, quería ser cantante», asegura Dandara.
Aquella película además de abrirle las puertas a lo que sería su profesión, la interpeló profundamente. En esa época, alrededor de 1999, no era común ver personas negras como protagonistas en las películas o en la televisión y haberse encontrado con una mujer negra como protagonista de un film haciendo un arte con el que ella se identificaba movió sus cimientos. «Me permitió soñar. Darme cuenta de que era posible soñar con eso y hacerlo realidad. Y tanto es así, que lo conseguí», afirma con ternura.
Aunque fue criada por su abuela, de marcada tradición religiosa, visitaba frecuentemente a su madre de religión de matriz afro. Un vínculo que la acercó mucho al género de las sambas. «Siempre me identifiqué con esa musicalidad y sentí, de alguna manera, una fuerza que me llamaba a ese lugar de pertenencia», dice.
Al abrir su horizonte y salir de la iglesia Dandara se refugió rápidamente en la música popular brasileña y la música afro-brasileña: dos géneros con fuerte impronta política y disidente. «El contacto con estos estilos inspiró mucho mi forma de componer permitiéndome traer al presente mi historia y mis relatos personales, que como mujer negra, periférica y lesbiana en Brasil, generó una mixtura que hoy definiría como un encuentro de libertad».
Mientras la Dandara cantante ya era un hecho, la Dandara compositora aún no había salido a la luz. «Durante mucho tiempo pensé en ser solo intérprete porque no confiaba en la posibilidad de poder componer. Pero cuando me fui al sur del país dejando mi tierra natal y entré en la universidad donde estudié Trabajo Social, comencé a reflexionar más políticamente sobre mi trayectoria en el mundo y entendí que no sólo se trataba de mí sino de algo colectivo, que pertenecía a la sociedad», sostiene. Fue entonces cuando decidió traer esas reflexiones y su mirada política al mundo a través del arma más potente que conoce: la música.
Feliz de llevar su arte a otros rincones del mundo, la cantautora asegura que muchas personas tienen una predisposición a querer escuchar la música brasileña porque es muy rica y muy fuerte. Y también siente el interés genuino de las personas que se acercan a su música para entender lo que sus textos y composiciones tienen para decir. «Siento que siempre la recepción por parte del público es muy positiva. Tanto de aquel que ya conoce mi trabajo, como del nuevo público que logro conquistar en otros países», sostiene.
«Ori livre», su nuevo concierto autoral, habla de su historia como mujer negra y lesbiana. De sus ancestros y de su constante lucha artística, así como también del amor que pertenece a las mujeres negras. Es una invitación a pensar en aquellos caminos que durante muchos años estuvieron cerrados para artistas como Dandara. Caminos que comenzaron a abrirse con «Retrato Falado» (su primer disco en 2018) y su show «Minha Prece Ecoa».
«‘Ori livre’ es afirmar. Afirmar este lugar que ya ha sido conquistado desde mis ancestros, al mismo tiempo que conquisto la libertad de poder salir de Brasil y llevar nuestra musicalidad siempre en conexión con quienes vinieron antes, con nuestra ancestralidad», expresa.
«Ori livre» es, en definitiva, una propuesta que busca conectar el corazón con la cabeza. Una propuesta que simboliza los caminos abiertos y convoca a seguir unidos a través del canto, el amor, la política, el arte y la música.
La cantautora brasilera Dandara Manoela presentará en Rosario «Ori livre». El próximo martes 13 de agosto, a las 21, en el escenario del Petit Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, Rosario) se realizará el concierto-estreno que habla de ancestralidad, del Brasil negro y femenino. Este nuevo espectáculo es fruto de una carrera musical que ha estado influenciada y atravesada por diversidad de géneros.
«La iglesia fue el primer escenario en el que estuve y mi primera escuela», recuerda Dandara, que este año celebra una década de trayectoria. Con fuerte influencia religiosa en su repertorio, la artista asegura que los cantos religiosos son una forma de cantar con el corazón y con mucha verdad: «Hay una conexión espiritual, una fuerza mayor que no se puede explicar», comenta, y está convencida de que su emoción a la hora de cantar y conectar con aquello que dice viene de ese lugar en donde dió sus primeros pasos.
A los 7 años supo que quería ser cantante después de ver la película «Cambio de Hábito», en donde la actriz Whoopi Goldberg interpreta a una maestra que enseña a los adolescentes a cantar. «Recuerdo haber terminado esa película con la convicción de que, al crecer, quería ser cantante», asegura Dandara.
Aquella película además de abrirle las puertas a lo que sería su profesión, la interpeló profundamente. En esa época, alrededor de 1999, no era común ver personas negras como protagonistas en las películas o en la televisión y haberse encontrado con una mujer negra como protagonista de un film haciendo un arte con el que ella se identificaba movió sus cimientos. «Me permitió soñar. Darme cuenta de que era posible soñar con eso y hacerlo realidad. Y tanto es así, que lo conseguí», afirma con ternura.
Aunque fue criada por su abuela, de marcada tradición religiosa, visitaba frecuentemente a su madre de religión de matriz afro. Un vínculo que la acercó mucho al género de las sambas. «Siempre me identifiqué con esa musicalidad y sentí, de alguna manera, una fuerza que me llamaba a ese lugar de pertenencia», dice.
Al abrir su horizonte y salir de la iglesia Dandara se refugió rápidamente en la música popular brasileña y la música afro-brasileña: dos géneros con fuerte impronta política y disidente. «El contacto con estos estilos inspiró mucho mi forma de componer permitiéndome traer al presente mi historia y mis relatos personales, que como mujer negra, periférica y lesbiana en Brasil, generó una mixtura que hoy definiría como un encuentro de libertad».
Mientras la Dandara cantante ya era un hecho, la Dandara compositora aún no había salido a la luz. «Durante mucho tiempo pensé en ser solo intérprete porque no confiaba en la posibilidad de poder componer. Pero cuando me fui al sur del país dejando mi tierra natal y entré en la universidad donde estudié Trabajo Social, comencé a reflexionar más políticamente sobre mi trayectoria en el mundo y entendí que no sólo se trataba de mí sino de algo colectivo, que pertenecía a la sociedad», sostiene. Fue entonces cuando decidió traer esas reflexiones y su mirada política al mundo a través del arma más potente que conoce: la música.
Feliz de llevar su arte a otros rincones del mundo, la cantautora asegura que muchas personas tienen una predisposición a querer escuchar la música brasileña porque es muy rica y muy fuerte. Y también siente el interés genuino de las personas que se acercan a su música para entender lo que sus textos y composiciones tienen para decir. «Siento que siempre la recepción por parte del público es muy positiva. Tanto de aquel que ya conoce mi trabajo, como del nuevo público que logro conquistar en otros países», sostiene.
«Ori livre», su nuevo concierto autoral, habla de su historia como mujer negra y lesbiana. De sus ancestros y de su constante lucha artística, así como también del amor que pertenece a las mujeres negras. Es una invitación a pensar en aquellos caminos que durante muchos años estuvieron cerrados para artistas como Dandara. Caminos que comenzaron a abrirse con «Retrato Falado» (su primer disco en 2018) y su show «Minha Prece Ecoa».
«‘Ori livre’ es afirmar. Afirmar este lugar que ya ha sido conquistado desde mis ancestros, al mismo tiempo que conquisto la libertad de poder salir de Brasil y llevar nuestra musicalidad siempre en conexión con quienes vinieron antes, con nuestra ancestralidad», expresa.
«Ori livre» es, en definitiva, una propuesta que busca conectar el corazón con la cabeza. Una propuesta que simboliza los caminos abiertos y convoca a seguir unidos a través del canto, el amor, la política, el arte y la música.
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