Cristina Kirchner logró en 2019 reunir a todas las vertientes del peronismo en el Frente de Todos con la excepción del entonces gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, quien se anotó como compañero en la fórmula presidencial de Roberto Lavagna para juntar lo poco suelto que quedaba por fuera de la grieta.
Tal vez la única dirigente de entonces que supo sacarle jugo a esa experiencia fue Graciela Camaño: se ubicó segunda en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y renovó su banca hasta 2023.
Este viernes, Camaño volverá a promover un alternativa peronista alejada del kirchnerismo: a la 17 horas, presentará "Tercera posición", el partido que suele usar para incorporarse con firma propia a los frentes electorales y esta vez buscará darle identidad, anotar candidatos en 2021 y escuchar ofertas en 2023.
Lo hará en un zoom junto a Urtubey, que se anunciará como presidente del foro para el desarrollo sostenible, un think tank que creó para debatir políticas públicas y, sobre todo, volver al ruedo ni bien pueda. El plan de esta dupla, según supo LPO, es armar una lista de diputados en Buenos Aires y llegar al piso de 3 puntos para ganar una banca.
El sello puede servirle además como refugio a dirigentes que nunca pudieron entrar a la Casa Rosada, como Florencio Randazzo; pero también a la pata peronista de Cambiemos que no logra ganarse un lugar en la provincia de Buenos Aires, encabezada por Emilio Monzó.
El ex presidente de la Cámara baja tiene un vínculo estrecho con Camaño, pero su plan A sigue siendo dar pelea en una interna de Cambiemos. Los intendentes del PRO no quieren garantizarle un lugar en la contienda y usan como excusa para expulsarlo que sus diputados bonaerenses armaron bloque propio en la Legislatura junto a un sector de la UCR.
En el Congreso, el grupo de Monzó orilla la decena de diputados, amagó a hacer rancho aparte varias veces pero permanece bajo al conducción de Cristian Ritondo. "Por ahora seguimos peleando por competir en Cambiemos, pero la relación con Graciela es excelente", reconocieron cerca del bonaerense.
Camaño integra el interbloque federal, un mix de lavagnistas, peronistas sin jefe y laderos del gobernador Juan Schiaretti. Y si bien rara vez ayuda a Alberto a sancionar leyes, se convirtió en una aliada clave del Gobierno en el Consejo de la magistratura, organismo encargado de nombrar y sancionar magistrados, seguido de cerca por Cristina Kirchner. Tiene mandato hasta 2022.
La tentación de presentar listas en Buenos Aires se explica en las encuestas, que asignan más de un 20% de indecisos. Una parte se la llevarán los liberales de José Luis Espert y Javier Milei, pero el resto podría migrar a Cambiemos si no encuentra un refugio sólido. Así lo entienden algunos sectores del Gobierno que no ven con malos ojos "terceras vías peronistas", aunque otros prefieren leer encuestas más cerca del cierre de listas.
Con ese diagnóstico, dirigentes cercanos a Roberto Lavagna le piden abandonar su refugio y apadrinar otra listas en Buenos Aires, que al menos le garantice la reelección al bolivariense Eduardo "Bali" Bucca, quien lo acompañó como candidato a gobernador en 2023. Es el jefe del interbloque que integra Camaño.
Pero hay más espacios en gestación para recolectar peronistas molestos: Hilda "Chiche" Duhalde, la esposa del ex presidente Eduardo, lanzó una agrupación para reclutar peronistas desencantados con el Gobierno.
La convocatoria fue amplia: "Queremos que se acerquen hombres y mujeres de distintas pertenencias ideológicas, dispuestos a incorporar ideas, experiencias, que amen a la gestión pública y que no lleguen a la misma sin el conocimiento necesario. NUESTRO PUEBLO NO PUEDE ESPERAR", fue el mail que recibieron quienes alguna vez la acompañaron.
Duhalde empezó mostrándose cercano a Alberto Fernández y hasta consiguió gestionar cargos para dirigentes afines como Alfredo Atanasof, designado en febrero embajador en Bulgaria. Varios meses después, el ex presidente sacudió la Casa Rosada con una advertencia de golpe de Estado, que obligó a una rápida desmentida del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
La advertencia sonó disparatada, pero a las pocas semanas la policía bonaerense protagonizó una revuelta frente a la quinta de Olivos. Dirigentes cercanos al lomense creen que pudo ser un aviso. Y que no hay porqué enojarse tanto.
Fuente: LPO
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