InmunizArte

 Gente que busca gente normal

    Por Alejandra Passarelli

En el contexto de la pandemia Covid-19, recuperar el vínculo entre las personas se transformó en una necesidad urgente para la supervivencia. Es así que ayer 21 de febrero InmunizArte organizó una jornada en la plaza frente al Ministerio de Educación Palacio Pizzurno de actividades artísticas, ejercitación física, música y juegos en contacto con la naturaleza.

Estos encuentros empezaron el 25 de mayo de 2020 en el Obelisco los sábados a la tarde y posteriormente los domingos en Parque Lezama, San Telmo, en plena pandemia. De los pocos que comenzaron a asistir se transformó en un grupo anticuarentena que reunió a personas de todas las edades y con distinto capital cultural, organizando diversas actividades holísticas sin ningún protocolo de distanciamiento ni barbijo. Esta concepción generó que los encuentros se hicieron masivos, se fueran moviendo dentro de la ciudad en grupos itinerantes llamados “focos” y surgiera InmunizArte.  

Este movimiento tiene el objetivo de promover la salud de las personas, conceptualizada a partir de que “la salud del individuo depende del equilibrio físico-emocional-social y la pandemia solo busca preservar el estado físico olvidándose de las otras variables, en tiempos en los cuales se convive con un Estado pandémico que atosiga la mente de las personas y las debilita con el paso del tiempo”, explica Franco Bracamonte, uno de los fundadores de InmunizArte. Respecto de las variables “siempre estuvieron un poco olvidadas por el Estado, nunca hubo salud plena y ahora se preocupan”, ironiza.

    

Una de las actividades fue un plenario para discutir la nueva normalidad de la educación. Y parten de la premisa que “la pandemia es una falacia y la educación es usada para cambiar los hábitos y la cultura de la gente, que están siendo sometidos a un cambio radical, es una falacia porque las estadísticas no avalan las razones para tal transformación”, asegura Bracamonte.

La falta de relevancia estadística se debe a que en 2018 hubo 32000 muertes por infecciones respiratorias (neumonía e influenza) según Informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud en Argentina, mientras que durante la cuarentena desde marzo 2020 a febrero de 2021 son 51000 muertos por Covid-19 (dato no claro por falta de autopsias).

Con respecto a los chicos describen que “no están transitando una infancia normal, están alienados pegados a una pantalla en un estado de sedentarismo preocupante con una libertad y esparcimiento condicionado tanto en el entorno familiar como externo”, señala Bracamonte. Según su experiencia como profe de Educación Física ve que durante la cuarentena los niños y adultos aumentaron 1 kilo por mes, generando sobrepeso y señaló que “aquellos chicos con necesidades especiales tuvieron un retroceso en sus terapias”. Haciéndose imprescindible “volver a la presencialidad y desterrar la virtualidad” y por supuesto “no aceptando los protocolos impulsados hoy para las escuelas en esta nueva normalidad”

Otro de los enemigos a vencer es el barbijo ya que representa al virus, lo visible de la supuesta pandemia. Bracamonte indaga que “¿si la gente caminara sin barbijo, normal, pensaríamos que hay pandemia?”. Es parte de la nueva normalidad, la pandemia como chivo expiatorio, para que la gente que ya estaba metida hacia adentro con la tecnología se intensificara.  Rostros sin expresión ni gestos ni reconocimiento. “Esta imposición de la doble moral del barbijo creando una esquizofrenia colectiva por ejemplo en la casa se cuida alcohol en gel y cuando sale a la cervecería se lo saca”, cuestiona Bracamonte. Y también es necesario abandonar la idea “del cuidado higiénico extremo y la filosofía del potencial peligro que representa el otro sin barbijo”.

Un testimonio de cómo llegó a Inmunizarte lo da Alejandra, de La Boca que se reconoce anticuarentena, relató: “un día tuve miedo al salir a la calle y ver a toda la gente con barbijo no era normal, me generó un pánico que tuve que pedir asistencia psicológica”. Está vivencia la impulsó a buscar “un espacio con gente normal y sin barbijo”, con personas que también cuestionen las incongruencias de la pandemia tales como “antes el hospital Argerich estaba repleto de gente y ahora está vacío, dicen que están colapsados los hospitales si es así debería haber 3-4 colas de cuadra”, se pregunta.  Ella que está interesada en el tema, aprovecha el espacio para exigir “un debate público científico entre los epidemiólogos argentinos meta disciplinarios y los médicos del Gobierno, libre y sin censura televisado en todos los medios abiertos”. Como una forma de visibilizar otra visión del tema. Asegura que ya hubo varios reclamos por carta al presidente Alberto Fernández, que nunca fueron escuchados sobre qué “están haciendo un manejo de la pandemia que no es saludable, que no es tan terrible como dicen, que no se puede cuarentenar a gente sana a nivel mundial”.

Por todas estas cuestiones señaladas, es que InmunizArte rescató en sus encuentros: el contacto como una distancia activa social, el abrazo fraterno, un mate amigo, la mirada profunda o la risa compartida sin tapacaras. Las actividades propuestas sirven para “disminuir el miedo de la gente al virus” y para empoderar a los individuos dándole “dominio natural de su propia salud tanto física, mental o emocional, que los cuerpos no dejen de ser de las personas y que el Estado no se adueñe de tu cuerpo”.

Desde una mirada holística, el comportamiento grupal genera confianza y seguridad.  Sostienen que la inmunidad de rebaño es psicológica, “si uno se saca el barbijo al rato otros se relajan y se lo sacan”, esa confianza genera tal estado de ánimo que inmuniza y estimula de fuerza vital a cada ser humano.  

Evento 201: simulación o predicción?

En octubre de 2019 se realizó un encuentro co-organizado por el Foro Económico Mundial, la Fundación de Bill y Melinda Gates y Johns Hopkins Center for Health Security titulado “Evento 201 Pandemic Exercise” (ejercicio de pandemia) en NY, Estados Unidos.

En ese encuentro se modelizó una supuesta pandemia de coronavirus (nCOVID) y se discutió con líderes gubernamentales, bancos, aerolíneas, laboratorios, empresas globales, entre otros, un posible escenario y qué desafíos se enfrentarían todos los sectores ante una “pandemia grave” mundial. Con la finalidad de encontrar respuestas para “minimizar sus consecuencias económicas y sociales a gran escala”.

La polémica se plantea cuando al mes del Evento 201 comienza un brote de COVID-19 en Wuhan, China, que se va propagando rápido por el mundo y en marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la PANDEMIA

Este ejercicio multimedia, para el Centro de la Seguridad de Salud fue un modelo de “pandemia de coronavirus ficticia” con entradas y variables estadísticas diferentes al comportamiento del nCoV-2019. Sin embargo, para los escépticos fue “una profecía autocumplida”.