martes, 8 de noviembre de 2022

FONDO DE GARANTIA


Según los economistas especializados, para fin de año hay que hacer frente al pago de 10.000 millones de dólares en concepto de importaciones ya realizadas.

El adelanto de venta instrumentado para incrementar las reservas de divisas, en consonancia con los compromisos asumidos con el FMI, (dólar soja) cumplió su objetivo, pero a la vez, ralentizó el ingreso por exportaciones para los próximos meses.

El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario sobre las expectativas de producción agrícola, en virtud de condiciones climáticas adversas, nos dice que se redujo el volumen estimado en un porcentaje considerable, obviamente, el ingreso de dólares por exportaciones correrá la misma suerte.

Capítulo aparte es el caso del trigo. Las estimaciones sobre la siembra y producción son desalentadoras y al parecer estarían por debajo de los 13 millones de toneladas, de las que 9 millones están comprometidas por exportaciones (el Estado ya recibió adelantos por los derechos de exportación por esa cantidad) y el resto no alcanza para cubrir las necesidades internas (6.500 millones), consecuentemente, habrá que importar trigo y desembolsar divisas que no tenemos. Caso inaudito para 
Argentina, granero del mundo.

La producción industrial, como así también todos los demás rubros de la economía, está pronta a entrar en receso por falta de insumos provenientes de la importación, hoy restringida por la escasez de divisas.

Si se desacelera la producción, consecuentemente acrecienta la desocupación, aumentan los subsidios, pierde consistencia el propósito de alcanzar la meta de déficit fiscal de caja de 2.8 puntos proyectado por el Ministerio de Economía, razón por la que cabe esperar un aumento espiralado de la inflación.

El panorama exterior, con el agravante de la prolongación de la guerra de Ucrania, no ayuda. El aumento de los intereses de la Reserva Federal y Europa, dificulta el acceso a fondos externos para suplir las necesidades temporales, para no tener que recurrir a la expansión monetaria. Amén de que en la actualidad la disponibilidad crediticia para Argentina es prácticamente inexistente.

Tenemos por delante un año por demás complicado. Frente a este desalentador escenario, el gobierno puede caer en un estado de anomia y parálisis, complicando aún más el actual estado de cosas.

La política entró en la vorágine de las elecciones y se niega a considerar las cuestiones urgentes de gestión. No importa por donde comience el tratamiento de cualquier tema, inexorablemente todo el interés converge hacia el embudo de las especulaciones del armado político, con vistas a diciembre del 2023. El periodismo y los medios siguen el mismo derrotero.

Se nos cae el techo encima y nosotros bailando en la cubierta del Titanic. 

ALGO HAY QUE HACER Y DE FORMA URGENTE.

Con el ánimo de acercar ideas que deriven en la construcción de una propuesta de emergencia, para sortear esta dura instancia hasta la llegada de las próximas elecciones, nos animamos a sugerir un conjunto de iniciativas que suponemos factibles y de pronta realización, las cuales traerían los siguientes beneficios potenciales:

FAMILIA DE BENEFICIOS

Superar el cuello de botella del sector externo generado por falta de divisas para el pago de las importaciones.

Suspender por un año los pagos de divisas por importaciones y reemplazarlo por el acceso directo de los importadores al crédito externo para hacer frente al pago de proveedores, instrumentando para ello un Fondo de Garantía del Estado, (securitización), conformado por activos financieros, accionando el Fondo como avalista de última instancia ante los dadores de préstamos. (x)

Reemplazar la actual disposición donde los importadores pagan con recursos propios las divisas a los proveedores, que representa aproximadamente un aumento de 140 pesos por dólar, el que finalmente se trasladará a precios internos, por el pago de un interés aproximado del 8/12 % anual en dólares por la toma de créditos externos, los que expresados sobre el dólar oficial representa más/menos 16 pesos por dólar, es decir, disminuir los costos finales por importaciones de insumos de 140 a 16 pesos por dólar, con lo cual la incidencia sobre los precios internos se reduce a una décima parte. (xx)

Acumular reservas

Recibir al momento de concretar las importaciones el pago en pesos correspondientes a la liquidación a precio dólar oficial a cuenta de los futuros pagos del crédito tomados por los importadores, por los que responderá el Fondo de Garantía al año de cada compromiso. Este ingreso de pago en pesos por liquidación de importaciones puede suplir total o parcialmente la actual emisión en pesos y/o licitación de leliq, descomprimiendo la recurrencia a estos instrumentos.

Estimular y ampliar las importaciones de insumos con el objeto de mantener e incrementar la producción de todos los rubros.

Abrir las importaciones a rubros donde la acción monopólica aumenta los precios internos por encima de una justificación razonable.

Aumentar los ingresos del Fisco en concepto de aranceles aduaneros e impuestos en correspondencia con el aumento de las importaciones Sostener e incrementar la actividad económica de forma creciente.

Evitar el brusco salto devaluatorio.

Los items (x) y (xx), por su complejidad e instrumentación técnica, sujeta a normas y disposiciones vigentes, consentimientos de distintos organismos del Estado y participación privada, se desarrollan en forma separada y son materia de otra nota pero, a los fines de ofrecer una versión simple de lo que puede representar esta propuesta, en el caso de resultar viable, es como si el Estado recibiera de manera indirecta 40/50.000 millones de dólares libre de intereses, renovable todos los años y sin limitación de cancelación en un tiempo determinado.

Ricardo Bianchi                    Dra. Costanza Bianchi

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