No soy Católico 
practicante. No milito el Catolicismo, me considero un zoom político y social 
sin remedio. Pero soy un hombre de Fe. Tampoco soy un Militante Partidario. 
Conozco a 
Bergoglio desde aquellas dos o tres entrevistas que le efectué hace años, cuando 
el Cardenal tampoco era menemista, en verdad, considero que nunca fue vasallo de 
ningún gobierno. 
Leí la carta de la 
Presidenta a Bergoglio, mejor aún, al Papa, a Francisco, no a Francisco Primero. 
 
Nunca sabremos si 
quien la escribe es la Mandataria, ya que también cuesta imaginar horas de 
Twitter (¿Tanto tiempo tiene? ¿Hay tiempo para esas cosas, o sería mejor 
ocuparlas en temas prioritarios? En verdad esto define no solo a la Presidenta, 
sino a muchos políticos actuales en un clarísimo modo del Ser Virtual, hecho 
contrapuesto a un Mundo Contestatario Real que por complejidades humanas día a 
día, escapa a sus dominios).
La noche del 
Nombramiento Papal, y durante las horas que siguieron, pasaron desapercibidas 
Algunas Expresiones que tienen unas cuantas lecturas, al menos cuatro, tanto 
hacia afuera como hacia una irresistible ojeada tierra  adentro. 
Macondo sería una aproximación eficaz, pero fue ficción, 
claro.
1- A horas del 
anuncio en Roma, desde Tecnópolis, la Presidenta hizo un intento de regresar 
sobre el nombramiento de Bergoglio, pero fue usurpado por una silbatina de no 
más de mil o dos mil personas, y que nos ubica ante una magnitud de fervientes 
supuestos revolucionarios alabadores que viven del poder que no ganaron sino que 
les fuera otorgado llenando un vacío indispensable entonces y malogrado hoy, 
además de los impuestos de todos. Se trata de esta suerte de hinchada aduladora, 
iconoclasta, que con los años puede tener un solo destino, sin dejar de ser una 
entidad colérica; Serán supremamente Olvidables y absolutamente Prescindibles 
para la historia del país. 
Ese país que 
intentan instalarme, digamos, sin retorno. El problema en uno se suscita cuando 
aunque intentándolo se deja de creer; La Des-creencia en Uno es más fuerte que 
las necesidades de Ellos. Simplemente ya no creo en ellos.
2-Un diario Inglés 
ironizó en tapa: 
“The New Hand of 
God", La Nueva Mano de Dios. Tal el título del Daily Mirror. Solo dos 
perspectivas respecto a esto. Se trata de una humorada ironizante de la flema 
inglesa. Pero al mismo tiempo representa una desventaja que quieran comparar 
temas que no resultan comparables para muchos argentinos. Más aun, salvo para, 
nuevamente, el Fanatismo, ya que aquella mano de Dios deportiva no significó 
nada para el país real, ni entonces ni ahora. Y el gran jugador (ya que en 
verdad lo fue), jamás fue precisamente un buen embajador de nadie, pudiendo 
habernos hecho quedar bien. Por otra parte pensemos que ningún Hincha argentino 
cree en los ingleses, y para eso está la historia, y que a ningún inglés le 
importa San Lorenzo. 
De tal resulta 
casi imprescindible despegar, diferenciar al Bergoglio hincha de San Lorenzo, 
con el hombre que han convertido en Papa, para no caer en una ironía 
Argentinoide mayor. Dejemos que Jorge siga amando a San Lorenzo, y permitamos 
que el Sumo Pontífice, trate de humanizar una Iglesia, que junto a la política 
internacional ha retrocedido tanto en sus valores como cada uno de nosotros, 
razón que nos indica de la necesidad de recuperación de un Humanismo Perdido. 
Aunque no estoy diciendo que solo la Iglesia vaya a intentarlo, desde 
ya.
Avancemos a otras 
Expresiones imposibles de evitar;
3-La Presidenta 
publicó su salutación**. Pero no podemos descuidar aquí, que horas antes tuvo 
otras dos citas memorables, como lo fueron el Voto del Consorcio de Ocupas en 
Malvinas (donde, otra vez, siempre hubo un discurso captura-tivo hacia adentro, 
antes que una seria política exterior), o que la Diabetes es una Enfermedad de 
Ricos (echando mano a conceptos medioevales), publicó, decía, una carta de 
bienvenida al Papa que sugiere una lejanía palmaria, antes que una alegría 
sincera. 
Pasa el Tiempo 
para todos y para cada Gobierno también, y lo que sorprende es El estilo, si es 
que hay uno. Como decirlo, desprovisto de cualquier elegancia. 
Pero no 
descuidemos la más importante apreciación.
4-El Papa en sus 
primeras palabras expresó, casi como respondiendo a lo que vendría aunque no 
hubiese sucedido aun; “Vengo del Fin del Mundo”. Nada más exacto. Y no creo que 
se haya referido solo a la Geografía. No insinúo aquí que el Papa tenga signos 
de clarividencia, sino que sobra experiencia.
Entre el país que 
intentó Bergoglio y que seguro intentará Francisco (no Primero, sino Francisco a 
secas como me escribió Alfredo B., un lector al que agradezco), y el que 
proponen dentro, me quedo con el Bergoglio socialmente comprometido y crítico, 
solidario y preocupado que conocí, antes que el derroche de una soberbia 
política en extinción. No porque uno lo quiera, sino porque es lo que se empeñan 
en demostrarme, des-pro-viéndome de mis Creencias firmes. No hablo de 
convicciones, solo de Creencias. 
Su Santidad no 
desconoce, que además de la Iglesia y del universo espiritual, deberá, allá y 
aquí, enfrentar la avidez de un mundo político consternado por errores propios 
no reconocidos. Esta decisión del Cónclave Cardenal, está imbuida de 
determinaciones políticas muy claras, tratando de abrirse a lo perdido para 
recuperar lo posible. Esta elección No es gratuita. Desde ahora Evangelizar no 
es gratis.
La decisión ha 
sido política; Urbi Et Orbi, a Roma (la ciudad) y al Mundo. 
Imagino que a 
diferencia de tanto poder vano, Jorge Bergoglio no irá a olvidar ni descuidar su 
origen, el que lo ha llevado al lugar que acaso nunca se propuso, pero en 
definitiva un Lugar que lo ha elegido a Él, desde ahora, el Papa. 
La pregunta es 
¿los mismos que lo eligieron, lo dejarán? La respuesta, hoy, me 
supera.
“La mayoría de las 
personas olvidamos quienes somos, hasta que otras nos lo recuerdan, entonces 
redespertamos, para bien de muchos, aunque tengamos a maltraer al 
odio”
YAYO 
HOURMILOUGUE
LA 5TA 
PATA