Mauricio Macri habilitó partidas para hacer obras públicas en los municipios, pero con una restricción: será prioritarias la instalación de cloacas, agua potable y trabajos pluviales que protejan a distritos de inundaciones. Lo que no esperaba el presidente es que en la mayoría de los distritos no hubiera planes de saneamiento hechos y los alcaldes golpearan la puerta para pedir pavimento. Se trata de un viejo vicio municipal, porque asfaltar calles es más efectivo en el corto plazo para contentar a los sectores medios, claves en cada elección. La secretaria de asuntos municipales en el ministerio del interior, la chaqueña Aida Ayala se molestó por la actitud cortoplacista de los jefes comunales.
Fuente: www.politicaymunicipios.com.ar
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