viernes, 22 de julio de 2016

Monseñor Santiago Olivera, no le falte el respeto a la gente. Las monjas truchas no deben pedir perdon y ya está. Tienen que ser juzgadas como complices de un delito grave. Tienen que devolver la plata

Llamemos a las cosas por su nombre, el monasterio no es monasterio. Las monjas no son monjas y el obispo muerto, en sociedad con altos funcionarios, "habría currado" durante 10 años con la reparación de la Basílica de Lujan (algunos dicen que podrían hacer 10 Basílicas con lo que gastaron). Conclusión: el supuesto monasterio era un aguantadero, las supuestas monjas integraban una banda que robó plata de todos los argentinos-banda encabezada lamentablemente por un señor que si era obispo. Las autoridades católicas deben seguir el ejemplo del Papa Francisco que denunció y puso a disposición de la justicia a los corruptos que detectó en El Vaticano y no tomarnos de tontos diciendo como dijo usted que estas señoras deben pedir perdón. Los medios publicaron que: La Iglesia no oculta su sorpresa y preocupación por el caso de corrupción que salpica al monasterio en el que fue detenido el ex secretario de Obra Pública del kirchnerismo José López. Luego del comunicado del Episcopado en el que se condena enfáticamente prácticas de esa naturaleza, una voz de peso en la institución vuelve a pedir aclaraciones. Monseñor Santiago Olivera, presidente de Comunicación Social del Episcopado, admitió que sienten "mucho dolor" por lo sucedido. Es que las imágenes que se conocieron de la noche en que el ex funcionario llevó los bolsos con millones de dólares al lugar dejan dudas sobre el comportamiento de las monjas. Dos de las religiosas declararon ante el juez Daniel Rafecas en las últimas horas. Allí reconocieron que sabían que López iría la noche del 14 de junio. Y aseguraron que la madre superiora les ordenó abrir el portón, tal como quedó registrado por las cámaras de seguridad. "Aspiro a que las hermanas digan la verdad y que reconozcan que se han equivocado -todo parece que sí-, que reconozcan humildemente su error y pidan perdón a todos", dijo Olivera. En declaraciones al canal TN, el obispo no vaciló en calificar el caso de "un escándalo terrible". En ese sentido, dijo que la Iglesia, como cuerpo, se siente "afectada" por ello, pero llamó sacar provecho de la situación para valorar el valor de la verdad. "Engrandece a las hermanas si piden perdón, porque hay unas torpezas, contradicciones y mentiras que creo que eso hace muchísimo mal", insistió. Que la justicia investigue, si son culpables estas "monjas truchas" que vayan presas. Sobre lo recaudado por el obispo muerto, el pueblo quiere que los corruptos devuelvan la plata. Hay un hombre de la iglesia que heredó al obispo Di Monte, que esa plata la justicia se la restituya al estado nacional.

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