domingo, 25 de septiembre de 2016
Un santiagueño de Quimilí deslumbró una vez más a la calle Corrientes en Buenos Aires
Iván Camaño volvió a demostrar que está entre los grandes del folklore. El pasado jueves no sólo llenó el teatro Ópera, sino que hizo delirar al numeroso público que lo ovacionó al término de cada canción. En esta ocasión, la excusa fue la presentación de su nuevo disco “De punta y hacha”, en el cual a lo largo de diez temas el cantautor santiagueño reúne lo viejo y lo nuevo de su repertorio, siempre teniendo presente sus orígenes y sin desviarse un ápice del camino que él mismo se trazara aún siendo un adolescente en su Quimilí natal. Minutos antes de que comenzaran a sonar los primeros acordes de la zamba carpera cuyo título le da nombre al nuevo disco; antes de que invitara a cantar con él a los integrantes de “Los Mackay” y “Los Cayetanos” (dos de los tres grupos soporte que tuvo el espectáculo); y antes aún de que Ivana Carrizo y Diego Arce deslumbraran con su danza (muy bien complementados por los integrantes de los ballets El Chañar; Estrella Azul; Inti Sonkoy y El Sachay) Iván Camaño se manifestó “muy feliz” y hasta “emocionado” por la experiencia que estaba a punto de protagonizar. Entre zambas, chacareras y un chamamé que cantó acompañado en guitarra por su padre, habría de encender al público al anunciar la presencia de Vitillo Ábalos, verdadera leyenda viva de nuestro folklore. Y Vitillo, con sus 94 años, no sólo cantó junto a Iván sino que se dio el gusto de bailar una chacarera con Ivana Carrizo. Ya para entonces, la fiesta estaba encendida. Por eso, cuando llegó el turno de “Entre a mi pago sin golpear” y el cierre de lujo --“Santiago querido”-, ambos temas fueron cantados a plena voz por el público. Había llegado el final soñado por todo el equipo de Iván.
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