El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, arremetió durante esta jornada ante los cuestionamientos de occidente al Mundial de Qatar. Ante más de 400 periodistas de todo el mundo, el suizo defendió a la organización y lanzó una dura crítica a Europa.
Comenzó con un discurso bastante calculado, pensando en la línea de acción de las críticas, el dirigente habló de las contradicciones. “Hoy tengo sentimientos muy intensos. Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador inmigrante”, manifestó.
“Entre las grandes empresas que ganan miles de millones en Qatar, ¿cuántas se han preocupado por la suerte de los trabajadores migrantes? Ninguna, porque un cambio en la legislación quiere decir menos ingresos. Nosotros lo hemos hecho”, señaló. “¿Por qué nadie reconoce este progreso?”, lanzó de entrada.
“Me cuesta entender las críticas. Tenemos que invertir en ayudar a estas personas, en educación y en darles un mejor futuro y más esperanza. Todos deberíamos educarnos, muchas cosas no son perfectas, pero reformar y cambiar lleva tiempo”, agregó.
El suizo no se quedó ahí: “Lo que pasa en este momento es profundamente injusto. Las críticas por el Mundial son una hipocresía. Por lo que los europeos hemos hecho durante los últimos 3.000 años, deberíamos estar pidiendo perdón los próximos 3.000 antes de dar lecciones de moral a los otros. Estas lecciones de moral son simplemente hipocresía”.
En cuanto a la persecución que sufren las minorías sexuales en ese país, Infantino matizó una respuesta bastante llamativa. “Si a mí me preguntan, como presidente de la FIFA, los gays deberían ser permitidos. Pero se trata de un proceso que lleva tiempo. Si le preguntaran lo mismo a mi padre, que ya no está más en este mundo, probablemente tendría una respuesta diferente. Y si le preguntaran a mis hijos también tendrían una respuesta distinta”, expresó.
La guerra de la cerveza
El presidente de la FIFA también defendió la decisión de no vender alcohol en los estadios. “Primero vamos a aclarar que todas las decisiones son en conjunto con Qatar. Se tratan, se revisan. La gente podrá comprar alcohol en los Fan Zone que son muchos, uno en cada estadio y más. Creo que se puede pasar tres horas al día sin beber cerveza. Sobreviviremos a eso”, explicó.
Luego volvió a hacer comparaciones con Europa. “Estas normas de no poder consumir dentro de los estadios ya los aplican en Francia, Portugal, Escocia. Acá parece ser un problemón y en cambio en estos países europeos, ¿no dicen nada?”, manifestó.
“Esto fue recién en estos días porque tratamos de que fuera ser posible. Pero la cuando se evalúa el flujo de personas, entrada y salida, por un tema seguridad, se tomó esta decisión”, argumentó sobre la determinación.
Asimismo, se refirió a las críticas de Budweiser, uno de los grandes auspiciadores del evento, que solo deberá vender cervezas sin alcohol en los estadios. “Es un gran socio de la FIFA. Hace semanas que estamos en contacto. Nos dimos la manos para seguir hasta 2026. Nosotros somos socios. Y los socios son socios en las buenas y en las malas. Cuando se pone tensa la situación, la relación se fortalece”, sentenció.
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