En las redes sociales se conoció una convocatoria del Sindicato Policial Buenos Aires (SIPOBA) para realizar retención de tareas durante dos horas el próximo 2 de abril, el que sería acompañado por un “sirenazo”, y que incluiría la no atención a los llamados al servicio de emergencias 911 (con todo lo que significa no atender el 911 ante la ola de inseguridad). El primer punto del reclamo es razonable, ya que piden un aumento salarial igual al que obtuvieron los docentes bonaerenses, pero cuando dicen que la gobernadora está echando muchos policías entramos en la duda sobre la movida. Hasta ahora los uniformados echados han sido en casi todos los casos sumariádos por presuntos hechos de corrupción y al reclamar por ellos se genera la duda sobre la verdadera razón de esta movida. Sabemos que los penitenciarios y los policías están preocupados por la nueva ley, a punto de salir, que obligaría a los oficiales superiores de las dos fuerzas a presentar declaración jurada y esto comprometería la continuidad laboral de mucho de ellos.
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