Sin anunciar modificaciones en el gravamen, la jefa de Estado aseguró que "el impuesto a las ganancias existe en todo el mundo" y, enfrentando a Moyano, detalló que el 19 por ciento de los aproximadamente nueve millones de trabajadores registrados que hay en la Argentina abonan el impuesto a las ganancias.
"Muchas veces los salarios se obtienen por la capacidad de presión: cuánto puedo amenazar y perjudicar a la Nación", analizó la Presidenta en su discurso en la Casa Rosada, donde anunció un programa de créditos para jubilados. "Acá esta la madre del borrego -enfatizó-. El 19 por ciento de los trabajadores se queda con el 41 por ciento de la masa salarial total, y el 81 por ciento, con el 59 por ciento".
Cristina nunca pronunció el nombre de Moyano, pero sí le disparó de manera indirecta. "Me parece que sería muy interesante comenzar a discutir que se hace socialismo con la plata de los demás y si te tocan la tuya te convertís en liberal acérrimo. Sobre todo si te querés seguir llamando peronista", aseveró.
Pese a que ratificó la huelga de mañana, Moyano ofreció bajarse de la postulación a una re-reelección en la CGT -cuya suerte se juega el próximo 12 de julio- si desde el Gobierno se anuncia antes un cambio en Ganancias.
La Presidenta le contestó el reclamo con datos: dio a conocer que le solicitó al titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, detalles sobre el cálculo del impuesto a las ganancias.
"Con una remuneración bruta mensual de 10 mil pesos, un empleado soltero paga por Ganancias 402 pesos y un trabajador casado, con dos hijos, 29 pesos", precisó la Presidenta.
Rechazando la posibilidad de anunciar una actualización del impuesto, Cristina aclaró: "El mínimo no imponible lo modificamos todos los años. Necesitamos seguir inyectando dinero del Estado para sostener el país".La Presidenta afirmó este mediodía que en el país "hay actitudes que cuestan entenderla desde la lógica gremial o política", y que los "beneficiarios" del modelo "están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión". "El mundo está al borde del Titanic, y este bote en el que está la Argentina lo hemos construido nosotros", planteó la mandataria.
"Con este grado que han alcanzando nuestros trabajadores, lo único que me queda suponer es que evidentemente no hay brujas, pero que las hay, las hay", deslizó la jefa de Estado.
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