El arrepentido López habló de las coimas en Tucumán y se avecina lo peor: Alperovich está muerto de miedo y los empresarios de la construcción buscan abogados

        
Eran épocas que el matrimonio Alperovich proponía la formula para la gobernación, López - Rojkés de Alperovich
El ex secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, nuevo arrepentido en la causa de los cuadernos de las coimas, hizo importantes revelaciones sobre la corrupción en Tucumán durante las tres gestiones de José Alperovich. López habló el viernes seis horas frente al fiscal Carlos Stornelli y sus afirmaciones impactan de lleno sobre Néstor y Cristina Kirchner, ex gobernadores y empresarios vinculados durante 12 años al mayor entramado de corrupción de la historia argentina. Tucumán, su provincia natal, fue elegida por López para facturar el mayor volumen de obras públicas, que en muchos casos no se hicieron o se hicieron mal. También están bajo estudio judicial múltiples y oscuros manejos de fondos, como por ejemplo millonarios subsidios a los clubes Atlético y San Martín, que fueron gestionados por el mismo Alperovich, pero que no habrían ingresado en su totalidad a esas entidades. A cambio del dispendio de recursos y prebendas junto Alperovich, López fue avanzando políticamente en Tucumán y hasta consiguió convertirse en candidato a gobernador, con el apoyo de la entonces senadora Beatriz Rojkés, e importantes empresarios de la provincia, como Jorge Rocchia Ferro, Caty Lonac, Pedro Omodeo y Héctor Viñuales. Tucumán fue la tierra elegida en el Norte para los negocios kirchneristas, por el eficaz sistema instaurado para pagar los retornos. “Los retornos existieron, pero se manejaban personalmente con cada uno y con los intermediarios”, reveló un empresario de la Cámara Argentina de la Construcción. El empresario se jactó de haber tenido una “mala relación” con José López, a quien recuerda como un tipo soberbio: “’Oveja’ no admitía contradicciones a sus dichos. A tal punto de que antes que llegara al Consejo de la CAC se divulgaban los temas sobre los que no se podía hablar ni preguntar, porque si eso ocurría se levantaba de la reunión”. Desde 2011, el propio Sergio Schoklender, como ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, venía denunciando que la obra pública en Tucumán era direccionada a dedo por el concepcionense José López junto a José Alperovich. Gracias a López y el sistema de coimas, Tucumán recibió 10 veces más fondos discrecionales para construir casas que Córdoba, por ejemplo. Las viviendas de Loma de Tafí acumulan denuncias y graves sospechas de corrupción, coimas y sobreprecios. En materia vial, en tanto, las obras emblemáticas del alperovichismo fueron la nueva traza de la ruta 38, la reconstrucción del camino a los Valles (307) y la autovía a Tafí Viejo. Más de 10 años demandó la construcción de la nueva traza de la 38, y en el medio llovieron las advertencias y denuncias sobre presuntos sobreprecios. Originalmente, la obra de 90 kilómetros de distancia no debía superar los $ 260 millones, y se terminaron pagando unos $ 750 millones. Entre otras empresas que participaron de las obras hay varias que figuran en los cuadernos de la corrupción de Centeno: Supercemento, el Grupo Roggio y Cartellone. Una de las primeras en alertar sobre presuntos sobreprecios en la 38 fue la concepcionense Delia Pinchetti. La ex senadora nacional de Fuerza Republicana había cuestionado en 2010 que cada kilómetro del tramo entre Aguilares y Concepción le costara al Estado $ 14 millones. Había comparado ese monto con el promedio pagado un año antes la obra de pavimentación más onerosa del país: los 127 kilómetros de la Ruta 40, en la Patagonia, que habían significado $ 3 millones en promedio. Ahora, mientras Alperovich está muerto de miedo -y se niega a que el Senado otorgue cualquier permiso de allanamiento o desafueros para avanzar en la investigación de las coimas-, buena parte de los constructores tucumanos buscan abogados y se preparan para lo peor, que está por venir.

Fuente: Contexto Tucumán